Decenas de pueblos han emergido del olvido por culpa de la terrible sequía que asola España desde hace meses. Según los datos oficiales del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, los embalses están al 37,9% de su capacidad total, con pérdidas continuas de hectómetros cúbicos de agua debido a la falta de lluvias. Este tipo de fenómenos extremos podrían empeorar en el futuro como consecuencia del cambio climático.
En las últimas semanas, las precipitaciones han sido prácticamente nulas, y la falta de agua podría agravar el estado de las reservas hidráulicas actuales, afectando a la agricultura, la ganadería, el suministro de agua y al turismo de las regiones más afectadas. Como informó el diario El País a principios de septiembre, la zona del campo leonés se vio obligada a cortar el riego por la falta de agua durante las últimas semanas de agosto, mientras la situación de presas como El Atazar, principal suministro de agua en Madrid, según El Confidencial, es cuanto menos preocupante.
Las cuencas más afectadas, a día de hoy, son las del Segura (14%), Júcar (25,4%), Duero (31%) y Guadalquivir (31,6%). En estas zonas se han registrado imágenes inéditas, con zonas de pantanos completamente secas y puentes que han dejado de cumplir su función por la escasez de agua. La situación ha llevado a muchos usuarios a captar imágenes y vídeos de la sequía de los embalses, que han compartido luego en redes sociales para denunciar la situación. Así podemos recorrer a través de YouTube el estado de algunos de los principales pantanos del país, donde han surgido del olvido pueblos que antaño quedaron anegados por el agua.
Embalse de Barrios de Luna (León)
En el año 1956, el dictador Francisco Franco inauguró el pantano de Barrios de Luna, al norte de la provincia de León, una obra en la que participaron cincuenta presos políticos en la realización de las obras más duras, como la apertura del canal de abastecimiento de la central hidroeléctrica y la construcción del dique de retención de aguas frente a la presa, según una investigación histórica llevada a cabo en la Universidad de León.
Las obras, diseñadas desde 1945, supusieron el desalojo de dieciséis pueblos y barrios entre 1951 y 1954, y la marcha de más de 1.600 personas que habitaban la región. Municipios como Casasola, Miñera, San Pedro de Luna o Ventas de Mallo quedaron sepultados bajo las aguas del embalse. La terrible sequía, que ha dejado al pantano al 4,54% de su capacidad, ha devuelto a la vida aquellas localidades, retratadas de nuevo gracias al esfuerzo realizado por Wikimedia para documentar el valle y los pueblos anegados.
El pasado fin de semana documentamos el valle y los pueblos anegados por el embalse de Barrios de Luna. #leonesp https://t.co/AJKCO3A4uk pic.twitter.com/Bo6szkr8ht
— Rubén Ojeda (@rubojeda) October 8, 2017
Embalse de Aguilar (Palencia)
Otro embalse de la cuenca del Duero muy afectado por las nulas precipitaciones de los últimos meses es el de Aguilar de Campoo, al norte de la provincia de Palencia. Según el último Boletín Hidrológico Semanal del Ministerio de Agricultura, el pantano se encuentra al 9,72% de su capacidad. Al igual que en Barrios de Luna, la falta de agua ha dejado al descubierto algunos de los pueblos sepultados por la construcción del embalse, tal y como muestra el vídeo que encabeza estas líneas captado gracias a un dron, como Villanueva del Río, Molino de Peña Cutral o Cenera de Zalima.
Embalse de Ricobayo (Zamora)
Sin salir de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, podemos encontrarnos otro pantano severamente afectado por la falta de lluvias. Se trata del embalse de Ricobayo, en la provincia de Zamora, que presenta actualmente una capacidad del 10,92% del total. La escasez de agua ya obligó a las autoridades a realizar cortes de suministro y eliminar filtros para garantizar el suministro a finales de verano. La sequía, grabada en un vídeo realizado con otro dron y subido a YouTube, ha sacado a la luz núcleos hasta ahora desaparecidos como San Pedro de la Nave y La Pueblica.
Embalse de Casasola (Málaga)
La situación es algo mejor en este pantano andaluz, que se sitúa al 45% de su capacidad hidráulica total, por encima de las reservas de la Cuenca Mediterránea Andaluza a la que pertenece, con un 32,7% del total. El embalse de Casasola, junto con el del Limonero, fueron construidos para prevenir inundaciones, al contrario que otros pantanos que están en un peor estado, como sucede con el de Benínar (9,62%), la Viñuela (24,85%) o Guadalhorce-Guadalteba (32,97%), todos de la misma cuenca hidrográfica.
Pantano de Riaño (León)
Nueve pueblos de la provincia de León quedaron anegados en 1987 tras la apertura de esta polémica presa, cuya construcción provocó la huida de más de 10.000 personas. El pantano de Riaño, diseñado inicialmente en el Plan General de riegos y pantanos de 1902, comenzó a construirse en 1966. Su finalización, a los pies de los Picos de Europa, no estuvo exenta de polémica, tras las denuncias de amenazas, intereses económicos y políticos y el desahucio de centenares de viviendas. El embalse, que hoy se encuentra al 13,73% de su capacidad total, dejó sepultados pueblos como Anciles, Éscaro, Salio, parte de Burón, Huelde, el viejo Riaño o Pedrosa del Rey, cuyos restos también han vuelto a salir a la luz por culpa de la sequía que azota nuestro país desde hace meses.