Los pulpos son reconocidos por su inteligencia y extraordinaria capacidad de cambiar de color y textura para camuflarse en casi cualquier medio ambiente. Por ello, estas magníficas criaturas han inspirado a un grupo de científicos de la Universidad de Cornell, en Nueva York, y del Laboratorio de Biología Marina, en Massachusetts, a crear una piel elástica sintética que se transforma en diferentes formas y texturas.
De acuerdo con los investigadores, esta tecnología podría usarse algún día en robots blandos, que normalmente están cubiertos con una "piel" de silicona elástica. Con esta superficie elástica, los autómatas podrían mimetizarse como los pulpos y tener aplicaciones militares y de investigación.
La bioinspiración detrás de este nuevo material elástico es el músculo que está debajo de la piel de los pulpos, el cual controla sus papilas dérmicas, que son las protuberancias en la piel del cefalópodo que aparecen cuando quiere mezclarse con su entorno y que le permiten asemejar texturas.
El novedoso material elástico está compuesto por varias capas, que incluyen una malla de fibra y una cubierta de caucho. Cuando se bombea aire dentro de la estructura, algunas partes de la piel se expanden, mientras que otras son retenidas por la malla para formar diversas formas, como rocas o plantas.
Aunque aún queda mucho por hacer para perfeccionar el nuevo material, como darle la capacidad de formar múltiples formas a la vez, en el futuro podría usarse no sólo para crear robots blandos con la capacidad de camuflarse, sino también para experiencias inmersivas de realidad virtual.