Parecía que era una nueva campaña para captar conductores en Estados Unidos, pero según ha podido saber Alex Rosenblat después de un comunicado de la compañía, la realidad es que se trata de un curioso estudio que está realizando Uber junto a dos economistas del MIT en Houston. No está claro cuál es el objetivo, más allá de conocer el impacto que pueda suponer a la hora de atraer nuevos socios a la plataforma. Pero la realidad es que puede dar un poco de miedo.

Rosenbalt, amigo de varios conductores de la plataforma en la ciudad estadounidense, recibió varias capturas de pantalla en la que se invitaba a los socios de Uber a apuntarse a una promoción. En dicha oferta se les invitaba a pagar 115 dólares por adelantado; estos mismos socios trabajarían próximamente con un incremento del 33% en sus tarifas. Aprovechando, en cualquier caso, la celebración de Halloween y utilizando su trabajo como garantía de pago. Esos mismos 115 dólares se les descontarían de lo pagado ganando ese porcentaje adicional. En cierto modo, una ventaja sobre aquellos que no han pagado ese bono. Quedarían por resolver las preguntas relacionadas con la devolución de los bonos por adelantado: ¿qué ocurre con aquellos que por un motivo u otro no pueden trabajar durante la semana del 33%? De momento no está del todo claro cuáles son los límites de responsabilidad que tienen unos y otros, pero lo que sí confirmó Uber a Rosenbalt fue que existe un cierto "descargo de responsabilidades" explicando que todo el proceso forma parte de un estudio académico.

Si no se supiese que este proyecto forma parte de un estudio para ver las reacciones de los socios de la plataforma ante cierto incentivos, muchos podrían confundir este movimiento con las típicas promociones piramidales o multinivel en las que para acceder a ciertos estadios laborales se debe abonar una cantidad previa que, una vez realizado el trabajo se vera compensada en la cuenta final. Ni que decir tiene que, en ciertas economías, esta estrategia está completamente prohibida. Así como el hecho de tener que pagar una formación previa para acceder a un empleo. En el caso de Uber, que controla todos los procesos, esta estrategia sería impensable; pero que, en este caso, pone en entredicho la política de Uber en la que explican que sus socios operan de forma autónoma, haciendo en este caso que Uber controle las condiciones.

Este mecanismo formaría parte de una estrategia de Uber para presionar a sus conductores a trabajar en ciertas horas; las que Uber considera más adecuadas para sus servicios y en las que, en definitiva, puede lograr más beneficios. En cualquier caso, no es el primer estudio de este tipo que promociona la tecnológica, siendo uno previo en Bostón otro de los más populares.

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