El cine, más que un simple vehículo para transmitir ideas, es una maravillosa fábrica de emociones; y cuando sus responsables se implican de verdad, por una convicción profunda, en lo que están haciendo, dejándose en un filme o en una serie televisiva parte de ellos mismos en el transcurso de su elaboración, suceden cosas que prueban la capacidad intrínseca de este arte para facilitar las conexiones humanas. Así, cuando el director Matt Reeves (Monstruoso, Déjame entrar, El amanecer del planeta de los simios), le propuso al actor Steve Zahn (Treme, Dallas Buyers Club, Captain Fantastic) que realizasen una prueba de interpretación en una videollamada de Skype para Simio Malo, un personaje de La guerra del planeta de los simios (2017) que acabó siendo irresistiblemente encantador.
En los extras de la edición en Blu-ray de la película, Reeves cuenta lo que sigue al respecto: “Steve Zahn es un actor que siempre me había encantado. No solo es increíblemente gracioso, sino que es muy, muy, muy humano. Sabía que podía abordar los aspectos humorísticos de este personaje, Simio Malo; pero realmente quería ver qué haría con las cosas más emocionales”. Entonces le pidió que le leyese algunas escenas del guion en esa videollamada. “Y, por supuesto, me hizo reír”, prosigue Reeves, “pero, a través de Skype —lo cual es ridículo—, también me hizo llorar”.
Y concluye con estas palabras: “Estaba tan conectado de una manera real… Y solo estaba siendo completamente auténtico en cuanto a quién era este personaje, y lo mismo para interiorizarlo y conseguir que fuese desarmantemente divertido y de veras conmovedor a la vez”. Quien haya contemplado La guerra del planeta de los simios, y se haya dejado llevar por su hondura psicológica, emotiva y referencial, será consciente de que el personaje de Simio Malo resulta inolvidable por completo. Porque, como Steve Zahn logró conectar emocionalmente con Matt Reeves en aquella videollamada, también fue capaz de hacerlo, a través de la película, con multitud de espectadores de todo el mundo.