Han pasado cuatro años de la emisión del capítulo final de Breaking Bad el 29 de septiembre del 2013. Desde entonces, miles de seguidores peregrinan a la que fuera en la serie la casa de Walter White, en Alburquerque, como un tributo. Mientras algunos se toman selfies, otros arrojan pizzas al techo o se roban piedras de la propiedad como un recuerdo.
Hay que recordar la famosa escena en la que Walter (Bryan Cranston avienta una pizza que cae en el techo de la casa después de intentar reconciliarse con su esposa Skylar (Anna Gunn), quien no lo deja entrar al hogar. Esto se ha convertido en la gota que derramó el vaso para los dueños, ya que ha inspirado a cientos a hacer lo mismo.
Cansados de estos actos vandálicos, los dueños de la casa han decidido construir un muro perimetral de 1.8 metros para evitar a los fans irrespetuosos. "Nosotros sentimos como que no nos podemos ir porque cuando lo hacemos, algo ocurre, y eso es ridículo", dijo Joanne Quintana, hija de la propietaria de la residencia, en entrevista con el medio local KOB 4.
Frank Sandoval, quien dirige una compañía local de tours de Breaking Bad, aseguró también a KOB 4 que incluso ha tenido que subirse al techo para retirar las pizzas arrojadas por los turistas. Por su parte, Vince Gilligan, creador de la serie, intervino en 2015 regañando a los bromistas a través de un podcast sobre su comportamiento al visitar la casa:
No hay nada original, ni divertido, ni genial sobre lanzar una pizza en el techo de esta dama.