En enero de 2014, la Comisión Europea le pagó 360.000 euros a la empresa holandesa Ecorys para que llevara a cabo un estudio sobre cómo afecta negativamente la piratería en línea a las ventas legales, una pregunta es fundamental para plantear el funcionamiento de la política de cumplimiento de derechos de autor y derechos de autor.
El estudio de 300 páginas fue entregado a la Comisión en mayo de 2015, pero nunca fue publicado. Este miércoles 20 de septiembre, Julia Reda, una política alemana del Partido Pirata de Alemania y miembro del Parlamento Europeo desde el 2014, donde ejerce como vicepresidente del Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea, ha tenido acceso a una copia del análisis.
La investigación Estimación de las tasas de desplazamiento de contenidos protegidos por derechos de autor en la UE concluye que a excepción de los éxitos de taquilla recientemente lanzados, no hay evidencia que respalde la idea de que la infracción de derechos de autor en línea desplace a las ventas legales. El resultado es consistente con estudios previos, pero ¿por qué la Comisión decidió no publicar este estudio que tiene en sus manos desde hace casi dos años?
Reda realizó una **solicitud de acceso a documentos el 27 de julio de 2017 bajo la Ley de Libertad de Información de la Unión Europea. La política alemana asegura que la Comisión falló dos veces en responder su solicitud a tiempo y señala que espera obtener una respuesta final, así como materiales complementarios que serán dados a conocer oficialmente a finales de esta semana.
La política de derechos de autor suele basarse en el supuesto de que el incumplimiento de los derechos de autor tiene un efecto negativo directo en los ingresos de los titulares de los derechos. De hecho, la Comisión recientemente propuso exigir a los proveedores de streaming que instalen filtros para vigilar todo el contenido subido por los usuarios.
De acuerdo con la Comisión, la medida es necesaria para abordar un presunto desplazamiento del valor de los servicios de streaming legales de música a plataformas como YouTube**, que albergan una mezcla de contenido con y sin licencia. Este es el tipo de situaciones que precisamente requieren total acceso a todas las evidencias disponibles, como este estudio, sobre si tal desplazamiento ocurre o no realmente en la práctica.