En Cupertino, ayer fue un día repleto de novedades, pero una brilló por encima de todas: el iPhone X. Este nuevo modelo conmemora los diez años del iPhone y sienta algunas de las bases del futuro de este teléfono en la compañía.
Una de esas bases es el sistema de desbloqueo facial Face ID, que reconoce el rostro del propietario y desbloquea el resto del teléfono con total invisibilidad y naturalidad. No obstante, en la demostración realizada por Craig Federighi durante la presentación, uno de los modelos no funcionó correctamente. El escepticismo alrededor del nuevo sistema comenzó a aumentar, así como la desconfianza sobre su correcto funcionamiento una vez llegue el iPhone X a las tiendas.
Pero la realidad es muy diferente. El sistema Face ID no falló durante la presentación. En realidad, nunca llegó a estar activo. El iPhone X reclamaba la introducción del código numérico que activa el sistema Face ID.
¿Por qué ocurrió esto? Probablemente por un reinicio del teléfono. Todos los iPhones anteriores, cuando se encienden —no confundir encender el teléfono con encender la pantalla—, exigen que el usuario introduzca una única vez el código numérico para activar el sistema Touch ID. Y ese mismo sistema es, exactamente, el que habría impedido que el iPhone X se desbloqueara automáticamente.
Apple presenta el iPhone X
Otra posibilidad es que alguien —que no fuera Craig— intentara desbloquear el teléfono con un rostro no registrado antes de comenzar la presentación. En ese caso, al igual que ocurre con Touch ID, el teléfono pide al usuario la introducción del código numérico para volver a activar el sistema.
En ambos casos, el error no fue de Face ID, fue del equipo de Apple que preparó los teléfonos para la demostración de Craig Federighi.