85% del total de auriculares inalámbricos vendidos en Estados Unidos durante la primera mitad de 2017 son unos AirPods de Apple. Es un nivel de dominancia de mercado sin precedentes, considerando que el producto tiene menos de un año a la venta.

El dato viene de la firma de análisis de mercado NPD quienes también detallan que, dentro del territorio estadounidense, 900 mil auriculares inalámbricos han sido vendidos entre enero y julio de 2017, de los cuales unos 765 mil son AirPods.

Es una clarísima muestra que los AirPods están ganándose a la crítica más importante: los consumidores.

Bajo ese contexto hay otro número sumamente importante con relación a los AirPods: 98% de las personas que han comprado un par de estos auriculares están satisfechos con su compra. De los cuales 82% dicen estar sumamente encantados y 16% simplemente felices.

Cuando se le preguntó a las personas encuestadas que expliquen su grado de satisfacción, estas fueron las palabras más usadas:

  • Quedan bien
  • Mágicos
  • Calidad de sonido
  • Convenientes
  • Los amo
  • Buen sonido
  • Autonomía

Todos los calificativos alineados a un producto en el que se ha trabajado hasta el último detalle para que funcione bien, aunque eso implique fabricar y montar microprocesador en cada auricular.

Los AirPods son uno de los mejores ejemplos de la importancia vital que tiene el fondo más que la forma, aún cuando la tendencia general en este tipo de accesorios sea que simplemente se vean bien (independientemente de la practicada o calidad del sonido). Una tendencia que, casualmente, la impuso Beats, adquirido por Apple hace unos años.

Los AirPods definitivamente se ven bien, pero sobre todo son sumamente discretos, simplemente funcionan bien, nunca fallan, son prácticos, con buena autonomía y en perfectamente alineados en el camino hacia la tecnología invisible.