Hace unas horas, el Atlántico no ocupaba el espacio que ahora pisas. Parece mentira que la arena bajo tus pies, las conchas y erizos en la roca, estuvieran bajo un par de metros de agua salada. En poco tiempo, el mar sube y baja sin compasión, arrastrando en el reflujo todo lo que baña, hacia el fondo del mar. La marea es un fenómeno muy intenso, propio de un mundo vivo como el nuestro, aunque no único. Pero, ¿por qué se produce? ¿Y qué tiene que ver la Luna y el Sol en todo esto?
¿Qué son las mareas?
Llamamos así a los cambios de un fluido en la superficie terrestre. Las mareas se producen debido a la fuerza gravitatoria que ejercen el sol y la Luna (y otros cuerpos celestes) sobre nuestro planeta. Aproximadamente dos terceras partes de la superficie terrestre son agua. Ahora, viajemos a al espacio y observemos la esfera terrestre: no es perfecta, está achatada y deformada. Y más si nos esperamos a ciertos momentos del ciclo lunar. Las mareas se producen porque la fuerza gravitatoria creada por los dos astros "más potentes", el Sol y la Luna, atrae los fluidos como el agua en uno de sus ejes. Pero no los atrae en una sola dirección sino que la deformación obedece a un elipse cuyo eje está dirigido por la fuerza ejercida.
Así, cuanto mayor es esta fuerza, mayor es el radio de la elipse y, por tanto, mayor es la subida y bajada de las mareas. Las mareas son conocidas desde la antigüedad. Existe una terminología precisa de qué tipo de marea es, su situación y un sinfín de cosas más. Esto es importante porque en algunos lugares, la marea define el ritmo de vida. Por cierto, las mareas no sólo afectan a los mares, que varían unas decenas de metros. También afectan a la atmósfera, que puede cambiar varios kilómetros, y a la tierra, aunque a esta apenas le afecta. Existe, además, un calendario bien establecido de cuando ocurren y cómo serán. Esto es posible por una cuestión muy sencilla: las mareas "danzan" según los eventos astronómicos, lo que nos permite predecirlas y actuar en consecuencia. ¿Cómo es esto posible?
E aquí la razón de las mareas
Dos son los principales causantes de la fuerza que genera las mareas: el Sol y la Luna. Las mareas están definidas por algunas de las fórmulas que Newton describió para la mecánica clásica. Sin entrar en lo farragoso del asunto, la deformación de la esfera que forma el fluido depende, como decíamos, de la fuerza que ejercen los astros. Así, cuando la luna y el sol tiran en el mismo eje, la elipse es mayor y, por tanto, la marea será más fuerte. Pa que lo entendamos, es como si se estirara de una de las dos puntas del eje con mayor fuerza.
Asimismo, cuando la fuerza que ejercen la Luna y el Sol son perpendiculares, el eje será el menor. Así, la marea será mucho más liviana. La marea máxima es llamada marea viva; y la mínima, marea muerta. Además de las fuerzas gravitatorias, la marea también depende de otras circunstancias como la masa de agua, la cercanía de la costa o la situación geográfica. Así, la variación no es mayor de un metro en las masas de agua, mientras que en las cosas puede alcanzar varios debido a un fenómeno llamado resonancia. En el ecuador, debido a la disposición terrestre, la marea se aprecia mucho menos que en los extremos, donde el eje tiene mayor influjo.
También depende la marea de la conformación terrestre. La masa de la tierra es la principal razón por la que el agua no se va desparramada por el espacio. Esto también funciona con las mareas, por supuesto. ¿Y qué ejerce mayor influjo, el Sol o la Luna? A pesar del titánico poder del sol, la masa de la luna está más cerca, mucho más. Así, atendiendo a las fórmulas de la atracción gravitatoria, vemos que la amplitud de las mareas lunares es casi el doble que la de las mareas solares. Mientras que las primeras varían cada doce horas y veinticinco minutos, las solares cambian cada doce horas. La combinación de estos ciclos permite realizar un calendario que todo pescador y marinero tiene en cuenta al salir a la mar.