punteros láser

Fuente: Pixabay.

La Policía Nacional identificó ayer a dos ciudadanos británicos por utilizar punteros láser para deslumbrar a los pilotos de los aviones que estaban aterrizando en el aeropuerto de Málaga. Padre e hijo se enfrentan a una multa de 30.001 a 600.000 euros por una infracción muy grave. Los destellos producidos por estos juguetes también han saltado a los campos de fútbol en diversas ocasiones, cuando los aficionados alumbraron a jugadores como Leo Messi y Cristiano Ronaldo.

Pero la broma en realidad no tiene ninguna gracia, debido a los efectos perjudiciales que pueden tener los punteros láser sobre la salud. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha alertado sobre el impacto que pueden tener estos juguetes causando irritaciones o incluso quemaduras en la piel. Sin embargo, el mayor riesgo de los punteros láser está en los ojos, ya que se han documentado daños puntuales e incluso irreversibles por culpa de la utilización directa de estos dispositivos.

Cada vez hay más accidentes con punteros láser

En 1998, el especialista John Marshall afirmaba en un editorial publicado en la revista British Journal of Ophthalmology que los láseres no constituían un riesgo visual y que, incluso cuando no eran bien empleados, no provocaban un daño permanente en los ojos. El propio oftalmólogo se vio obligado a rectificar años después en un segundo editorial difundido en la misma publicación, en el que alertaba de que la situación había cambiado de forma dramática en los últimos años. El reducido precio de los juguetes ha hecho que se extiendan fácilmente entre los consumidores y que su manipulación provoque en ocasiones daños irreversibles en los ojos, incluida la ceguera, según explicaba un tercer artículo en la revista Retina.

Aunque no existen cifras sobre los accidentes ocurridos en España por culpa de los punteros láser, en Reino Unido se han documentado hasta 150 casos de problemas visuales ocasionados por estos dispositivos. Uno de los ejemplos fue recogido por oftalmólogos británicos en un trabajo publicado en la revista Eye, donde explicaban la situación de cinco niños que habían sufrido quemaduras en la mácula tras ser apuntados directamente con punteros láser. Según explica la Asociación de Oftalmología de Estados Unidos, la mácula es una zona situada en el centro de la retina que sirve "para ver con claridad los detalles de objetos".

Por fortuna, los pequeños afectados por las quemaduras mejoraron al cabo de un año, según explicaron los especialistas en otro artículo posterior, no obstante siguieron experimentando problemas en sus ojos. Otros médicos alertaron en un estudio en la revista Eye que existía una correlación entre los riesgos visuales y la época del otoño, probablemente debido a que los niños volvían a la escuela con los juguetes que les habían regalado durante las vacaciones. La propia Asociación de Oftalmología de Estados Unidos, de hecho, llegó a pedir a las familias que no comprasen punteros a los menores para evitar males mayores.

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Netweb01 (Wikimedia)

"Para que los juguetes deban ser considerados de un riesgo mínimo, se recomienda que los niveles de radiación y luz no excedan los límites de la clase 1, que es el nivel más bajo en los productos regulados", dice Dan Hewett, del Centro para Dispositivos y Salud Radiológica de la FDA. Sin embargo, existen punteros láser en el mercado de clase 2 o 3. En el primer caso, tal y como explica un artículo en Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología, se emplea "el reflejo palpebral como mecanismo de seguridad del ojo", es decir, cuando el haz de luz incide directamente, el observador tiene tiempo suficiente para cerrar los párpados, siempre que quiera hacerlo voluntariamente. Este tipo de punteros tampoco provocan daños en la piel.

La clase 3 de láseres es mucho más peligrosa. La razón es que durante las veinticinco centésimas de segundo que tardan los párpados en cerrarse, los ojos pueden recibir la luz del láser por encima del umbral de seguridad. Su peligrosidad es conocida por los especialistas, pero no tanto por la ciudadanía, que utiliza estos juguetes de forma indiscriminada sin conocer bien sus posibles daños. La mayor frecuencia de trastornos oculares puede deberse a los riesgos de estos dispositivos, ya que según los expertos, cada vez son más accesibles por parte del público general debido a su reducido precio y a su disponibilidad en tiendas físicas como a través de internet. Para evitar este problema de salud pública será necesario redoblar los esfuerzos de vigilancia de las autoridades y mejorar el etiquetado de estos punteros láser.