La distancia entre la Tierra y la Luna es, en promedio, de 384.400 kilómetros, es una distancia tan grande que es sumamente complicado hacernos una idea en la cabeza de lo que esto significa.

Calculada por primera vez por Hiparco en el año 150 A.C. basándose en la curvatura de la sombra que proyecta la Tierra sobre la Luna durante un eclipse lunar. En aquel momento determinó que la distancia era de 348.000 kilómetros, es decir, con un error de menos del 10% de la distancia real entre los dos cuerpos celestes.

Hoy en día la distancia se puede calcular con altísima precisión midiendo el tiempo que tarda la luz en recorrer desde estaciones LIDAR en la Tierra y hasta los retrorreflectores colocados en la Luna.

Aún así, son números tan grandes que resulta sumamente complicado racionalizarlas en nuestra mente. Pero esta imagen podría ser de ayuda a entender a lo que equivale esos 384 mil kilómetros:

Entre la Tierra y la Luna caben todos los planetas del sistema solar (sin contar a Plutón, que oficialmente dejó de ser un planeta en 2006).

Debería ser suficiente para cambiar por completo la perspectiva que tenemos de la distancia entre la Tierra y la Luna, entender mejor la relación que tenemos con nuestro satélite y comprender un poco mejor la gran fuerza de gravedad que ejerce nuestro planeta.