Apple está preparando una versión de su popular smartwatch con conexión celular. Tras venirse rumoreando los dos últimos años y ser una característica que buena parte del público demandaba, parece que este año es el definitivo para ver un modelo de Apple Watch totalmente independiente del iPhone. En la actualidad, el emparejamiento entre teléfono y reloj debe de existir para poder tener acceso a la amplia mayoría de funciones de este último, algo que, según Mark Gurman, tiene los días contados.
El analista de tecnología desvela en Bloomberg que un nuevo Apple Watch llegará al mercado a finales de este mismo año, siendo así el cuarto modelo desde la presentación original del mismo en septiembre de 2014. Para que esto sea posible, la compañía ya habría comenzado a entablar conversiones con las principales compañías de telefonía de Estados Unidos y de Europa, que jugarán un papel crucial en el lanzamiento de este producto.
La encargada de fabricar la módems de conexión LTE que incluirá cada dispositivo será Intel, una compañía de confianza para Apple y que hará acto de presencia por primera vez en esta división de dispositivos. Por todos es sabido que las relaciones entre Qualcomm (principal encargada de suministrar estos componentes del Apple Watch hasta el momento) y la compañía californiana se han deteriorado en los últimos tiempos, apuntando a esto como posible razón para el cambio de proveedor.
En la actualidad, la empresa dirigida por Tim Cook es una de las pocas -o la única- que puede jactarse de tener un smartwatch en el mercado que funciona razonablemente bien desde el punto de vista de ventas. Si bien es cierto que no supone una de las principales vías de ingresos de la compañía (al fin y al cabo, no deja de ser un accesorio), parece estar brillando donde el resto de fabricantes no han conseguido hacerlo. Con este nuevo Apple Watch, se mantendría la apuesta por el segmento de los smartwatches y se elevaría a un nuevo nivel en un final de año que promete ser muy intenso para Apple.