La seguridad es hoy, más que nunca, uno de los pilares clave en el día a día de los usuarios. Los datos que se comparten a diario aumentan al tiempo que lo hace el uso de internet, un tema que se está volviendo cada vez más complejo cuando se hace referencia a los smartphones. Y no aumenta su complejidad porque el usuario medio sea menos consciente de los peligros derivados que sus acciones puedan tener -más bien, al contrario-, sino porque las prácticas para extraer los datos están cambiando continuamente.

Esto es lo que ha desvelado Will Strafach al comprobar que la aplicación para iOS de AccuWeather compartió su localización con una empresa experta en recolección y comercialización de datos un total de 16 veces en un periodo de 36 horas. ¿El origen para que esto sea así? Aceptar los servicios de localización constante que pide la aplicación, aún no estando dentro de ella. El pretexto que usan para ello se encuentra en un mensaje que se muestra tras la instalación de la misma.

Si permite la localización en segundo plano podremos enviarle alertas sobre las condiciones climatológicas adversas y actualizaciones críticas en su zona; ¡además, la aplicación tardará menos en abrirse!

Ni una referencia a los datos recolectados y su uso paralelo. Ni un simple asterisco que permita alguna aclaración sobre este punto. Lo único que se encuentra en esta pantalla es un enlace a la declaración de privacidad, situada en la parte inferior derecha y con un tamaño de letra más reducido. En ella se avisa de que algunos proveedores con los que trabajan también pueden recolectar información.

¿Privacidad? ¿Eso qué es?

Partiendo de la base de que el usuario que acepta los servicios de localización permanente lo hace pensando en que mejorará su experiencia con la aplicación -en base al mensaje previamente mostrado- y no en que esta pueda ser compartida con un tercero, lo cierto es que la realidad es todavía más preocupante.

AccuWeather no solo recolecta y comparte con una empresa llamada RevealMobile la localización de coordenadas por GPS (incluidas la velocidad y la altitud), sino que también envía datos de la red Wi-Fi a la que se está conectado y si el dispositivo tiene o no activada la conexión Bluetooth. Si no se aceptan los datos de localización, los demás también pueden ser compartidos sin consentimiento. Los usuarios de la aplicación encuentran así violada su confianza en la aplicación de una manera ruin y poco ética, haciendo uso de estos datos para diferentes fines comerciales.

No parece que estas prácticas ni el interés por la información de los usuarios vayan a disminuir en un futuro próximo, lamentablemente. La mejor baza que el usuario tiene un su mano es él mismo y el control que establezca a la hora de conceder ciertas libertades a aplicaciones y servicios.

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