Una de las principales intrigas de la saga Harry Potter aún no ha sido resuelta. La incógnita se centra en cómo pudo el joven Tom Riddle transformarse en el Señor Tenebroso. Ese es precisamente el argumento sobre el que gira la película Voldemort: Origins of the Heir, de la productora independiente Tryangle Films. La compañía presentó hace unos días el primer tráiler del largometraje, que ha arrasado en las principales redes sociales. Las cifras de su éxito son incontestables: en YouTube ya supera los tres millones de visualizaciones, mientras que en Facebook ha logrado 42 millones de reproducciones. Datos que demuestran el hambre de los seguidores por conocer la precuela definitiva sobre el universo Hogwarts. Aunque el camino para llegar hasta aquí no haya sido fácil.

Tryangle Films, la empresa detrás de Voldemort: Origins of the Heir, lanzó una campaña en Kickstarter para financiar su producción. Poco tiempo después, Warner Bros denunció la iniciativa por infringir los derechos de propiedad intelectual. La campaña de donaciones fue suspendida de inmediato. El largometraje sobre los orígenes del Señor Tenebroso se topaba con el muro contra el que se han estrellado numerosas películas anteriormente. ¿Tendría algo que decir la escritora J.K. Rowling sobre el proyecto de unos aficionados al mundo de Harry Potter? ¿Cedería Warner Bros ante el éxito de la iniciativa? ¿O sería el final de Lord Voldemort como protagonista en la gran pantalla?

El limbo legal de los ‘fan-films’

Voldemort: Origins of the Heir ha sido definido como un fan film, es decir, se trata de una producción audiovisual creada por aficionados de una determinada historia o personaje. Aunque no se refiere a un término legal, la popularidad de estas iniciativas ha ido en aumento durante los últimos años. El avance de la tecnología ha posibilitado a los amantes de sagas de éxito desarrollar producciones más que notables. El largometraje sobre el origen de Voldemort no es el primer ejemplo de fan film; anteriormente, Star Trek, Futurama o Star Wars fueron algunas de las franquicias cinematográficas elegidas por los aficionados para lanzar sus propios tributos y homenajes. Su producción, sin embargo, no está exenta de polémica, al situarse en una suerte de limbo en el ámbito de la legislación sobre propiedad intelectual.

"La normativa no contempla el uso de contenido susceptible de propiedad intelectual por los fans. En ocasiones se produce un uso tolerado, principalmente en los casos en los que no hay un ánimo de lucro, pero en muchos casos existe base para actuar por entender que no se produce alguna de las excepciones que contemplan las normas, como es el caso de parodia", explica a Hipertextual el abogado Sergio Carrasco. "Cada vez podemos encontrar más fan films de una calidad más que adecuada. Podemos hablar por ejemplo de Fan-o-rama (la versión en imagen real de Futurama) o cómo la CBS y Paramount contemplan una guía de los pasos a cumplir por los fan films para que no se actúe contra los mismos", apunta el presidente de la Asociación Derecho en Red y consultor de Fase Consulting.

YouTube video

En la actualidad, la legislación sobre propiedad intelectual reconoce a los autores de los libros dos tipos de derechos, los de carácter moral y los patrimoniales. Los derechos morales establecen que los autores puedan decidir, por ejemplo, que su obra se publique con su nombre o mediante un pseudónimo. Por otro lado, los derechos patrimoniales se relacionan con la explotación de la propia obra, incluyendo la cesión a terceros. En ese sentido, las películas también son obras protegidas, aunque estén basadas en novelas, como ocurre con el caso de la saga de Harry Potter creada por J.K. Rowling. En el caso de los largometrajes, también existen derechos de diversos titulares, que pueden proteger componentes como la música, el vestuario, los personajes o los diálogos que no aparezcan en los libros.

Voldemort: Origins of the Heir no es la primera producción creada por aficionados que se ha visto envuelta en la polémica. Mientras que Lucasfilm promueve unos premios para reconocer los mejores fan films sobre Star Wars, que incluyen pautas estrictas sobre cómo deben ser estas creaciones, otros estudios han lidiado con auténticas batallas para defender su propiedad intelectual. El caso más conocido es el de Axanar, que comenzó siendo un cortometraje de éxito en YouTube. Su creador, Alec Peters, decidió entonces impulsar una película sobre el origen de la saga Star Trek. Fue entonces cuando CBS y Paramount le demandaron por violar sus derechos de propiedad intelectual, aunque finalmente ambas partes llegaron recientemente a un acuerdo, según informó The New York Times. Peters reconoció la infracción y, con el objetivo de llevar a cabo su ansiada precuela, deberá adaptar el contenido del largometraje a las pautas establecidas por las productoras, a cambio de que estas retiren la demanda.

La última batalla de Lord Voldemort

La producción de un fan film también choca con otro asunto espinoso: la explotación comercial que realicen los aficionados. La suspensión de la campaña en Kickstarter para recaudar donaciones con las que sufragar Voldemort: Origins of the Heir fue un jarro de agua fría para Tryangle Films, una productora independiente fundada por aficionados a las obras de Harry Potter. “Una campaña de recaudación como la presentada puede ser percibida por el titular de derechos como un uso comercial de una de sus propiedades y, por tanto, puede actuar solicitando su suspensión, así como la paralización del trabajo realizado”, afirma Sergio Carrasco. “No debemos confundir que se toleren meros usos con que haya una normativa que ampare cualquier utilización por parte de fans”, asegura el abogado. Los titulares de los derechos de propiedad intelectual se encuentran ante un dilema complejo: ya que deben decidir si toman acciones legales contra sus propios aficionados, lo que puede ofrecer una imagen realmente negativa de una saga; o bien optan por tolerar la distribución de material no autorizado, que pueda vulnerar sus derechos.

El caso de la película sobre el Señor Tenebroso tampoco es único. La letrada María Luisa González, de Ramón y Cajal Abogados, explica en un trabajo publicado en La ley mercantil que cada vez es mayor el número de aficionados que recaudan dinero a través de plataformas de crowdfunding para contratar a actores profesionales o realizar el montaje, sin llegar a competir con las grandes producciones de Hollywood. ¿Puede entonces considerarse la campaña de Kickstarter impulsada por Tryangle Films como una explotación comercial de su obra o, por el contrario, la financiación obtenida no tendrá ánimo de lucro?

voldemort
La película de Tryangle Films explora los orígenes de Lord Voldemort.

Hipertextual se ha puesto en contacto con la agencia que representa a J.K. Rowling para conocer su postura. En el pasado, la escritora británica toleró la publicación de relatos escritos por fans de Harry Potter, siempre que cumplieran tres requisitos: que se dejara claro que ella no tenía relación con dichas secuelas, que no tuvieran ánimo de lucro y que no contaran con elementos racistas o pornográficos, según recogió el medio digital Stuff. A través de un correo electrónico, Hayley Katz, consultor de The Blair Partnership, ha confirmado a este medio que la titularidad de los derechos de las películas de Harry Potter pertenecen únicamente a Warner Bros. En otras palabras, la productora norteamericana tiene la última palabra sobre cualquier fan film que se realice sobre la saga.

Deborah Lincoln, vicepresidenta del Departamento de Comunicación Corporativa y Relaciones Públicas de Warner Bros, ha explicado a Hipertextual la posición de la compañía sobre Voldemort: Origins of the Heir. “Este proyecto de fan film no está respaldado ni relacionado con Warner Bros. En general, apoyamos las actividades no comerciales de los aficionados a Harry Potter, mientras tomamos las medidas necesarias para garantizar la integridad de estas historias tan queridas. Esa es la razón por la que contactamos con los productores de la película, para asegurar que trabajan dentro de los parámetros adecuados y que identifican el largometraje como un fan film”, ha dicho la portavoz. Aunque Tryangle Films no ha respondido a nuestras preguntas para contrastar su versión, la productora asegura en su página web que su proyecto no tiene carácter comercial y que Voldemort: Origins of the Heir no está apoyado o asociado con J.K. Rowling ni con Warner Bros. La compañía incluso ha iniciado una nueva campaña en PayPal para recaudar donaciones con las que sufragar su iniciativa. Voldemort ha ganado su última batalla, y a finales de año podremos conocer los orígenes de quien no debe ser nombrado.

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