Llegar a casa y dictar la contraseña de la red Wi-Fi a tus amigos o familiares será cosa del pasado gracias a iOS 11. Apple ha desarrollado un sistema que permite al anfitrión compartir los credenciales de acceso con cualquier persona que él autorice, eliminando la necesidad de recordar o dictar complejas y largas contraseñas.
El funcionamiento es sencillo: cuando un teléfono con iOS 11 intenta conectarse a una red Wi-Fi, los teléfonos anfitriones que sí tienen almacenada la contraseña de acceso de dicha red recibirán una notificación al instante. Si el anfitrión acepta, el inquilino recibirá instantánemante los credenciales de acceso y se procederá a la conexión a la red Wi-Fi. De lo contrario, el acceso será denegado.
Tal y como apunta 9to5Mac, los teléfonos deben estar relativamente cerca, una medida preventiva para evitar que personas externas intenten acceder constantemente a la red Wi-Fi —causando un envío frecuente de notificaciones y el consecuente SPAM—.