¿Cómo son las ciudades del futuro? ¿Cómo nos aseguramos de vivir en una que garantice la tranquilidad, la sustentabilidad, la urbanidad necesaria para que todos y cada uno de sus habitantes vivan cómodos, sanos, seguros y con la mejor tecnología de punta? Estas y muchas otras preguntas son las que, sin duda, se hizo Walt Disney a principios de la década de los sesentas. Su respuesta: planear y construir él mismo la ciudad del futuro, la ciudad ideal.
A la distancia el proyecto de Disney luce a veces como un cándido sueño. Sin embargo, es posible que cada ciudad se haya construido con las mejores intenciones, depositando en ese proyecto los mejores propósitos, las más ensoñadas esperanzas de progreso y bienestar (no siempre han salido bien, claro). Por supuesto otras ciudades se han construido por razones menos loables y también tenemos el testimonio de otras que, en resumidas cuentas son, por decir poco, un caos incontrolable.
Se sabe que Walt Disney comenzó a vislumbrar su proyecto de la ciudad del futuro porque se preocupó por el rumbo y la tendencia que veía en las ciudades de los sesenta. Su familia, y en especial sus nietos, fueron su objeto de inspiración; quería dar a estos la oportunidad de crecer en un lugar ideal, rodeados de lo mejor de todo el mundo, tanto de vivienda, comida, tradiciones y tecnología. Su proyecto comenzó a tomar forma hacia la mitad de aquella década y hasta presentaría un documental en donde el mismo Disney explicaba los alcances de EPCOT (Experimental Prototype Community of Tomorrow), su utópica ciudad: la ciudad del futuro.
Florida, el destino paradisíaco
"Proyecto X", "The Florida Project", "The Disney Florida Proyect", "Disney World", son algunos de los nombres que este ambicioso plan tuvo en su momento. Menos ajeno nos suena el último nombre por ser el del famoso parque temático de la compañía Disney ubicado en Florida. Y es que en los terrenos que ocupa hoy Disney World (constituido por varios parques temáticos y un gran complejo de hoteles) fueron adquiridos por Walt Disney con la intención de construir ahí su ambicioso prototipo de la ciudad del progreso. De hecho Magic Kingdom era parte del proyecto inicial, pero sólo representa una fracción de lo mucho que el empresario quería desarrollar en ese lugar.
Walt adquirió una extensión de 113 km² (aproximadamente dos veces el tamaño de la isla de Manhattan) ubicado entre Oralndo y Kissimmee. El empresario no quería tener ningún problema por espacio, como sucedió en Disneyland, y también se aseguró de tener los permisos necesarios para construir básicamente lo que se le viniera en gana.
En octubre de 1966 Disney presentaría su proyecto a través del documental mencionado líneas arriba, más con la intención de conseguir apoyo de empresarios y patrocinadores para su ciudad que para otra cosa. En él hablaba sobre su espectacular plan y las muchas comodidades y ventajas que supondría vivir en la ciudad ideal. Sin embargo esta película se hizo sólo un par de mese antes de la muerte de este visionario. Como podemos suponer, su utopía no se materializó... del todo. Acá el video:
Bienvenidos a la ciudad del futuro
Como podemos ver en la presentación del mismísimo Walt Disney, la ciudad del futuro tendría lo mejor de todo: tecnología de punta, transporte de última generación: monoriel (monoriel♫), su propio aeropuerto, y una planificación urbana impecable: diseño concéntrico, área comercial, cinturón verde, parque industrial, área habitacional y las calles libres de autos pues estos circularían de forma subterránea; claro que usar auto en un lugar como ese suena más a necedad, aunque más bien se planeó para los vehículos que transportarían recursos o suministros para la ciudad.
Si viviéramos en EPCOT tendríamos la oportunidad de comprar y comer en los pabellones en donde se exhibirían y venderían los mejores productos y manjares de todo el mundo. Cada día nos encontraríamos en un ambiente cosmopolita, de prosperidad y trabajo, porque EPCOT no estaba diseñada para ir a retirarse, como comúnmente se asocia con Florida, sino que todos los habitantes de ahí debían trabajar y contribuir al funcionamiento de la ciudad.
La ciudad estaba destinada a albergar a 20 mil habitantes. Los afortunados de ser parte de este prototipo vivirían en el perímetro exterior y podrían transitar por la ciudad tanto en monoriel como en PeopleMovers, como los que hoy pueden verse en el Tomorrowland de Animal Kingdom. Los habitantes no podrían ser dueños de su casa pero sí podrían disfrutar de todo, además las casas estarían habilitadas con lo necesario para vivir en ellas cómodamente.
Todo suena bastante utópico, sobre todo porque los directores o director de EPCOT serían los únicos con el poder de opinar sobre la ciudad, es decir: los habitantes no tendrían voz ni voto en las decisiones del lugar (¿acaso escuchan cómo se quiebra la utopía?) y todos tendrían que laborar tanto en el parque temático como en los pabellones y hotel de la ciudad. El propio Disney dice en su presentación: "Todos los que vivan en EPCOT tendrán la responsabilidad de mantener este modelo del futuro".
Con la muerte de Walt Disney, el 15 de diciembre de 1966, los planes para EPCOT cambiaron radicalmente, la escéptica junta directiva desarrolló lo qué quería en un principio: repetir el éxito de Disneyland y olvidarse de riesgosas ciudades del futuro. En 1982 las ideas de Disney para su ciudad utópica se concentraron en el parque temático Epcot. En fin, las utopías siempre sucumben a la realidad.