Elon Musk tiene varios frentes abiertos entre Tesla, SpaceX y SolarCity. Dos de sus compañías más importantes tiene un fuerte de dependencia de la energía eléctrica y, en especial, de almacenamiento de la misma. Las baterías se han convertido en uno de los epicentros clave de los negocios de Elon Musk y, por tanto, uno de los ejes de vital importancia para el crecimiento y desarrollo de sus productos. Sin baterías no hay Teslas y tampoco sistemas de almacenamiento para le tecnología de SolarCity.
Este componente es, por tanto, vital en términos de continuación y escala de sus dos negocios más punteros y, por tanto, la compañía necesita asegurarse un flujo constante en términos de fabricación y compra de baterías. De hecho, Tesla está a punto de termina una de las fábrica de baterías grandes del mundo en Nevada, pero visto el crecimiento de la compañía puede que a corto plazo no sea suficiente.
Así en China se han dado cuenta que la carrera por el coche eléctrico y autónomo se la va llevar aquellos que sean capaces de generar economías de escala lo suficientemente raído y abaratar así los costes de las baterías manteniendo un ritmo de producción incrementar para satisfacer una demanda que se espera multiplique por 5 en los próximos diez años. Y esas son muchas baterías, al menos según lo que apunta el informe de Bloomberg Energy.
Y los planes de las tecnológicas Chinas no son para nada descabellados si tenemos en cuenta la previsión de la subida de la demanda que se espera con la popularización masiva del eléctrico: en China tienen planes de construir fábricas adicionales con la capacidad producir capacidad para más de 120 gigavatios-hora para el año 2021. O lo que es lo mismo: baterías para 1,5 millones de de Tesla Model S o 13,7 millones de Toyota Prius por año. En cambio, la fabrica de Tesla, que 2018 será la más grande, puede generar hasta un total de capacidad de 35 gigavatios-hora al año.
El asunto es importante, puesto que los esfuerzos del Gobierno chino está cerca de convertirse en el mayor proveedor de baterías del mundo y el contendiente más importante en la carrera automovilista, incluso para los fabricantes occidentales, pues si a día de hoy ya supone el 55% de la fabricación de baterías de litio, se espera que supere el 65% por ciento con este plan.