Se nos ha ido para siempre **Adam West, el primer actor famoso en el mundo entero por interpretar a Batman, el temible hombre murciélago de Gotham. Aunque hay que decir que la oscuridad no era precisamente uno de los rasgos distintivos de la colorida serie de televisión que protagonizaba como tal, ni el suyo, el superhéroe sombrío, imponente y amenazador que pudimos conocer más adelante en otras adaptaciones** cinematográficas del cómic en el que nació. Tampoco West, por otro lado, parecía una persona semejante: “Era un placer trabajar con él”, ha declarado el cómico y guionista Seth MacFarlane tras el fallecimiento del intérprete. “Su positividad, buena naturaleza y sentido de la diversión eran innegables”.
Si la vida moldea un tanto nuestro temperamento, la de West no ha debido de tratarlo mal. Había nacido en Walla Walla, localidad del Estado de Washington, como William West Anderson en septiembre de 1928, en un hogar de padre agricultor y **madre de talentos no ocultos: cantaba óperas y tocaba el piano con aspiraciones más que artísticas en Hollywood, pero se ve que tuvo que abandonarlas para dedicarse a su familia como obligaban los rancios tiempos. West se graduó en Literatura por la Universidad de Whitman, con estudios secundarios en Psicología por añadidura, y formó allí parte del grupo de oratoria y debate. Luego fue reclutado por el Ejército y trabajó locutando en el canal de televisión de las Fuerzas Armadas.
Tras licenciarse, por insólito pueda parecer, trabajó como lechero, es decir, fue el típico repartidor de botellas de leche que hemos visto todos en el cine tantísimas veces dejándolas junto a la puerta de domicilios yanquis de buena mañana**. Pero eso fue antes de cumplir con el propósito del que ya había avisado a su padre mientras asistía a la Escuela Secundaria de Walla Walla: tenía intención de seguir la estela fallida de su madre y marchar a Hollywood para probar suerte y, él sí, forjarse su propia carrera en el ámbito del espectáculo de masas. Pero primero desembarcó en Hawaii para conocer las posibilidades de los programas de televisión.
Su debut en ese terreno fue como el chimpancé de la emisión infantil El Kini Popo Show pero, para el cinematográfico, hubo de esperar a 1954 y *su papel en el episodio “The Joker” (6x16) de The Philco Television Playhouse (1948-1956), serie dramática sin showrunner que adaptaba novelas, obras de teatro y demás. Su primer largometraje, sin embargo, fue Isla de sortilegio* (1957), con un reparto encabezado por Boris Karloff, en el que no se desempeñó más que como uno de los operadores de radio de una estación meteorológica. En 1959, recogió sus bártulos y por fin puso los pies en Hollywood como Adam West, y participó como Bill Lawrence en La ciudad frente a mí (The Young Philadelphians, 1959), película protagonizada por Paul Newman.
A partir de entonces, apareció regularmente en distintas series televisivas, treinta en total, y unos pocos largos, hasta la llegada del personaje que le marcaría para siempre. Destaca en este periodo su Frank Milton del capítulo “The Bride” (2x18) de Bonanza (1959-1973), su sargento Steve Nelson de Los detectives (1959-1962), su Dan Southern del episodio “The Case of the Barefaced Witness” (4x20) y su Pete Norland de “The Case of the Bogus Books” (6x01) de Perry Mason (1957-1966), su Major Charles “Chuck” Merritt del capítulo “The Invisible Enemy” (2x07) de Más allá del límite (1963-1965) o su Kermit del episodio “Love Is Blind” (1x13) de Embrujada (1964-1972).
Entonces, el productor William Dozier le escogió para interpretar a Batman en los 120 capítulos de la serie homónima (1966-1968) después de haber contemplado un anuncio de Nesquik en el que West encarnaba al Capitán Q, una especie de James Bond, en la película de Leslie H. Martinson (1966) surgida de la propia serie y en el corto televisivo Batgirl (1967). Este papel le catapultó a la fama durante generaciones gracias a la continua reposición de Batman, haciéndole sufrir un encasillamiento del que no se libró nunca, para bien o para mal. Pero tampoco podríamos decir que esto le resultara un problema, pues utilizó su identificación con Bruce Wayne para lograr no pocos contratos.
Dobló al hombre murciélago en cinco series de animación, como The New Adventures of Batman (1977) o Los Simpson (desde 1989), y en una película, Batman: El regreso de los cruzados enmascarados (2016) y en otras cinco series, a personajes semejantes o relacionados con él; y volvió a interpretarle en Legends of the Superheroes (1979). Fue el doctor Henry Wayne en el capítulo “The Wizard” (2x01) de Las nuevas aventuras del Zorro (1990-1993), el hippy Awest en “Child’s Play” (1x06) de Flash, el relámpago humano (1990-1991), Jerry Retchen en “Whine, Whine, Whine” (2x21) de Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Superman (1993-1997) y el doctor Noah Goddard o Alucinante en Black Scorpion (2001).
E hizo de sí mismo en episodios de dieciocho series de televisión, como los 111 de Padre de familia (desde 2000), los seis de Los padrinos mágicos (desde 2001), “Apollo, Apollo” (3x16) de Rockefeller Plaza (2006-2013) o “The Celebration Experimentation” (9x17) de *The Big Bang Theory (desde 2007); y en dos películas, The Size of Watermelons (1996) y Muérete, bonita* (1999). Y eso que trató de ser versátil en su profesión; y por eso quiso lucirse en su interpretación de Johnny Cain en The Girl Who Knew Too Much (1969), un fracaso de taquilla. Y se puso en la piel de Mr. Hyde en el segundo segmento del capítulo “Since Aunt Ada Came to Stay/With Apologies to Mr. Hyde/The Flip-Side of Satan” (2x03) de Galería nocturna (1969-1973) o de Bob Williams en “Doc’s Big Case/Senior Sinners/A Booming Romance” (6x16) de Vacaciones en el mar (1977-1987).
Como David Stockwood en el episodio “Love Game” (5x06) de Hart y Hart (1979-1984), el capitán Rick Wright en The Last Precinct (1986), Wade Talmadge en el capítulo “Death Takes a Dive” (3x16) de Se ha escrito un crimen (1984-1996), Chapman en “As Ye Sow” (5x02), de Historias de la cripta (1989-1996), la Gacela Galopante en las dos partes de “Attack of the Mutant” (2x02 y 2x03) de Pesadillas, de R. L. Stine (1995-1998), el narrador del episodio “I Used to Be Funny/My Fair Dork/‘Twas the Night” (1x05) de Johnny Bravo (1997-2004), Bruce Blazer en el “Write, She Murdered” (6x07) de Diagnóstico asesinato (1993-2001), la voz del perro Zero en The Secret Files of the SpyDogs (1998-1999), Macon Dean en el capítulo “Stargazer” (4x15) de Pacific Blue (1996-2000), la voz de Ace en Chicken Little (2005), del tío Art en Descubriendo a los Robinson (2007) y del joven hombre sirena en el episodio “Back to the Past/The Bad Guy Club for Villains” (7x09) de Bob Esponja (desde 1999) o el narrador de FanAddicts! (2013).
Pero nunca pudimos olvidar su encarnación de Batman junto a sus compañeros Burt Ward e Yvonne Craig como Robin y Batgirl, Alan Napier como el fiel Alfred Pennyworth, Neil Hamilton como el comisario James Gordon, Stafford Repp como el jefe Miles O’Hara, Byron Keith como el alcalde Linseed o Madge Blake como la tía Harriet Cooper, y enfrentándose a múltiples villanos y unos pocos recurrentes: el Joker de César Romero, el Pingüino de Burgess Meredith, la Catwoman de Julie Newmar y Eartha Kitt, el Enigma de Frank Gorshin o el Rey Tut de Victor Buono. Y es lo que llena los titulares a la hora de su muerte, que nos ha dejado el primer Batman que de veras recordamos, y eso, para algunos de nosotros, es como haber perdido un simpático pedazo de nuestra niñez.