Algunos lo sitúan en 2007, otros en 2008, pero el germen de la empresa viene desde un lejano 2003 con una primera versión de lo que hoy se conoce como AlienVault. Han dado mucho de que hablar, pero han pasado bastante desapercibidos por el panorama emprendedor español. Su relación con el sector de la ciberseguridad, un terreno muy alejado de lo comercial, les ha dejado en segundo plano. Si a esto le sumamos el hecho de que no son demasiado dados a aparecer en prensa, el segundo plano está servido.
El español Julio Casal Martín y el francés Dominique Karg, por aquel entonces estudiantes universitarios de física y química, estaban investigando con una red de fuentes abiertas de información de seguridad y gestión de eventos. OSSIM, que fue como se nombró al sistema, estaba plenamente dirigido a la seguridad informática para la detección de intrusiones y prevención de riesgos de fuente abierta. El proyecto, al que luego se le unió Alberto Román, fue ideado en un primer momento por Karg; prácticamente de forma autodidacta, creó las primeras bases del código en sus experiencias profesionales previas. Julio Casal, por su parte, fue el fundador de IP6 Seguridad, una de las primeras compañías de seguridad cibernética de España mucho antes de que el concepto fuese creado y de que hubiese conciencia de que realmente todo esto era una necesidad. Al servicio de grandes multinacionales del país, pronto entendió algo básico: sus empleados gastaban la mayor parte del tiempo de trabajo en ir y venir entre múltiples herramientas de seguridad; por lo que crear un sistema unificado era una necesidad por pura eficiencia empresarial. De la misma forma, el problema se extendía a la otra parte del proceso: a los clientes.
IP6 Seguridad, adquirida en 2004 por otra compañía, dejó el hueco para que el proyecto OSSIM y la eficiencia buscada por Casal se convertirse, en 2007 concretamente, en el producto estrella de una pequeña empresa tecnológica con alma en Madrid, pero con el cuerpo en uno de los lugares tecnológicos por excelencia: Silicon Valley. De su sede en la capital española se trasladó a San Mateo, para luego abrir oficina en otros cuatro países más, pero con presencia en 140 países y más de 26.000 participantes en su cuenta abierta.
Hoy en día, y sin demasiados aspavientos ni apariciones en prensa, es una de las compañías mejor valoradas en España junto a Wallapop o Cabify; con la diferencia de que, en este caso, AlienVault ha logrado desde primera instancia esa ansiada internacionalización que se fundamentó, en gran medida, gracias a la contratación de un CEO estadounidense: Barmak Meftah. Es curioso que unas de las primeras empresas tecnológicas españolas que llegaron a traspasar fronteras tenían origen en el sector de la seguridad –Panda o Virus Total, entre ellas– y hubo que esperar a la nueva tanda de startups para que esta barrera se rompiese.
En el caso de AlienVault, la facturación supera los 10 millones de dólares al año de unos ingresos que vienen de cobrar por la venta de su plataforma open source a grandes multinacionales, entre ellas Telefónica, bancos e instituciones públicas. Una licencia de seguridad que puede venir a costar de mínima unos 3.600 dólares.
A base de rondas de financiación
La racha de AlienVault en lo que a rondas de inversión refiere tuvo su mayor reflejo entre 2009 y 2015. Los dos primeros años de asentamiento, junto con los dos últimos de rentabilidad han hecho que la compañía de seguridad haya alcanzado ocho rondas de financiación, de 13 inversores diferentes y con más de 115 millones de dólares recaudados.
El primer respiro financiero llegó en 2009, cuando Adara Ventures, y gracias a un préstamo público del CDTI, lograron ingresar sus primeros 4 millones de dólares. A partir de ahí, el proceso creció como la espuma. 2012 cerró tres rondas que sumaron un total de 32 millones en los que participaron Trident Capital y Kleiner, entre otros. 2013 siguió bajo la misma senda con la llegada de GGV Capital. Pero no fue hasta 2015 cuando, con IVP, se lograse levantar la mayor ronda de inversión para la empresa de seguridad española; en una ronda Serie E levantó 52 millones de dólares. Desde entonces no ha vuelto a levantar capital.
Los últimos rumores de la compañía, que no aporta demasiados datos sobre sí misma, apuntaban a que podría estar valorando una oferta pública para entrar al mercado público y levantar financiación por ese sector.