Cada viernes, cuando consultemos la cartelera con los últimos estrenos, los espectadores nos tendremos que enfrentar a otro dilema cuando vayamos al cine. Además de la película, la elección de la sala también será decisiva. Dolby Cinema es la apuesta que hace la empresa californiana Dolby para ofrecer al espectador una experiencia cien por cien inmersiva, y justificar la subida de dos euros el precio de la entrada normal.

En toda Europa existen siete salas Dolby Cinema que reúne el sistema de proyección láser Dolby Vision y la tecnología de sonido Dolby Atmos. El resultado se nota desde el primer minuto.

La película escogida para probar la experiencia de la sala Dolby Cinema en Barcelona fue Guardianes de la Galaxia vol 2. La elección no es casual, en palabras de los propios portavoces de Dolby es una de las mejores películas para sacar todo el partido a la tecnología de sonido e imagen que Dolby ha instalado.

Lo primero que llama la atención cuando se entra en la sala es la distribución de los asientos. El patio de butacas está especialmente diseñado para que nadie, por muy alto que sea, tape la visión de la película a la persona que tiene detrás. Además, desde las butacas más alejadas de los laterales, el ángulo de visión a la pantalla no supera los 20º con lo cual la mayoría de los asistentes ve la proyección casi de frente. Buen detalle teniendo en cuenta que el precio de la entrada es de 11,90 euros.

En segundo lugar, todos los altavoces están tapados. Es imposible identificar de qué lugar exacto viene el sonido. Esta medida es fruto de la opinión de varios expertos en psicoacústica consultados por Dolby, que afirman que cuando no sabemos de qué punto exacto viene el sonido, la experiencia es mucho más inmersiva.

La distribución del sonido viene se divide en 64 altavoces surround, repartidos por toda la sala, 5 en la pantalla, 10 subwoofer y por último, un altavoz lateral en cada lado de la sala. Cada uno de ellos funciona de manera independiente y gracias a la tecnología Dolby Atmos es capaz de mezclar 128 objetos en una misma escena. En el tráiler que pusieron de una ola, se escucha perfectamente como el sonido pasa de altavoz en altavoz, rodeándote y haciéndote sentir dentro de la propia ola.

Por último, y no menos importante, la pantalla. La de la sala Dolby Cinema tiene más de 200 metros cuadrados en los que gracias a la tecnología HDR, los negros se ven más negros y los blancos, más blancos. En una película rodada en gran parte en la galaxia, este aspecto se nota bastante.

El cine necesita estímulos para incitar a la gente a ver los grandes estrenos. Las fiestas del cine y otras similares de ofertas de precios reducidos funcionan bastante bien. Sin embargo, la proliferación de televisores y equipos de sonido para el hogar con excelente calidad, han llevado a replantearse a muchas personas sobre si acudir o no a las salas de cine. La aparición de salas como Dolby Cinema puede ayudar a que la gente siga yendo al cine.

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