El mundo de Elon Musk juega entre el ocultismo más absoluto y la expectación mundial por conocer su nuevo proyecto. A raíz de Tesla, cada cierto tiempo, y cuando toca presentar nuevo coche, cualquier detalle que se pueda conocer da rienda suelta a la imaginación. Pasó con el Model 3 y el Model S. Ahora, el Model Y crossover ocupa todas las miradas.
El propio Elon ha explicado que para la producción del nuevo modelo, del que no se ha visto una imagen completa hasta el momento, ha sido necesaria la construcción de una nueva plataforma para el vehículo. Es decir, las que se están usando para los dos vehículos anteriores no han servido. En este contexto, Elon habla de tiempo: la creación de la nueva estructura podría demorar hasta 2020 la llegada del Model Y a las líneas de montaje ya que no pueden aprovechar los componentes usados en anteriores ocasiones. Y aún así, espera crear un millón de unidades para esa fecha. Si todo va como lo previsto, que no suele ser el caso de la tecnológica de los automóviles eléctricos, se podría adelantar a 2019. En cualquier caso, la nueva plataforma o estructura del vehículo supone un paso adelante para la nueva generación de coches de la compañía estrella de Elon.
Además de la cuestión de la estructura, Musk también ha adelantado otro cambio. En este caso afecta directamente a la batería. El equipo de ingenieros tiene la intención de deshacerse de la arquitectura de la batería de 12 voltios que se ha venido usando hasta ahora. Unido al nuevo cuerpo del coche, lo que busca el equipo es reducir de forma considerable la cantidad de cableado empleado. De conseguirlo, y convenciendo del cambio a todos sus proveedores, que de momento no están preparados para la nueva estructura, Tesla reduciría el tiempo de producción de cada coche. Pero, especialmente, el coste total del mismo. Pura eficiencia made in Elon.
Con todo esto, habrá que esperar unos años para ver la colección completa de los modelos de Tesla: S, 3, X, Y. Unas siglas que forman parte de una broma particular del propio Elon.