El asunto lleva arrastrándose por los tribunales desde el 2009, año en el que Nokia demandó a Apple por el uso de su tecnología sin pagar los royalties que involucran el uso de algunas patentes de la compañía finlandesa, en un momento en el que las cosas para la vieja Nokia empezaban a ponerse tensas.

Tras dos años en los tribunales, Nokia llegaba a un acuerdo con Apple por el que permitía a la compañía de la manzana utilizar su tecnología a través de un acuerdo de licencia, con el que este se comprometía a pagar las regalías derivadas del uso de la tecnología de Nokia.

Tras esa guerra en el desierto, parece que las cosas se calmaron entre ambas compañías; y tras la compra de Microsoft, parte de esas regalías pasarían a la compañía de Redmond al mantener la propiedad intelectual de muchas de las patentes de Nokia. Las cosas, en todo caso, parecían en calma entre ambas, pero todavía quedaba una Nokia que era la que mantenía la marca y parte de la propiedad intelectual.

No obstante, en 2016, Nokia decidió demandar a Apple en Alemania y los EE.UU., basándose en que la compañía de la manzana estaba cometiendo violaciones sistemáticas de 32 patentes propiedad de Nokia, en muchos de sus productos de mayor éxito en el mercado; incluyendo cuestiones relacionadas con la salud, una de las líneas de negocio más interesante para Apple tras el lanzamiento del Watch.

Ahora ambas compañías han llegado a un acuerdo y puesto en marcha un nuevo contrato de licencia, por el que colaborarán apoyando algunas de sus divisiones de negocio entre sí. En este sentido, y pese a que los términos del acuerdo son confidenciales, Nokia proporcionará servicios de infraestructura de red a Apple, mientras que esta última reanudará la venta de productos de salud de Nokia (antes llamados Withings) en sus Apple Stores, después de que Apple los sacara de sus tiendas en diciembre de 2016.

Además, ambas compañías están estudiando la posibilidad de colaborar también en cuestiones de salud, una nueva línea de negocio en la que todas las tecnológicas parecen que tienen algo que decir, pero es Apple la que se está llevando el gato al agua con la cuota de mercado del Watch y los servicios auxiliares del mismo.