Los millennials aman tanto a los unicornios como Instagram ama a los vasos de Starbucks. Algún genio decidió juntar todos los elementos y crear la bebida viral de esta primavera: el Frapuccino Unicorn. Este colorido brebaje ha invadido desde este 20 de abril y hasta agotar existencias las franquicias de la cadena en Estados Unidos, Canadá y México.
El Frapuccino Unicorn es una bebida con diez ingredientes, de los cuales nueve llevan azúcar. La página de Starbucks ha publicado que la bebida en la más pequeña de sus versiones equivale a 410 calorías y BuzzFeed ha calculado que la bebida contiene 59 gramos de azúcar. Es decir, el Unicorn Frapuccino es como beberte el contenido energético equivalente a cuatro panqueques y tomar tres veces la dosis de azúcar diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
El punto fuerte del Unicorn Frapiccino es que visualmente es una bebida muy atractiva: el liquido rosa y azul eléctrico se suspenden por un momento en el vaso. Encima, el frapuccino está aderezado con una capa blanca de crema batida y esta a su vez se encuentra decorada con un polvo rosa conocido como "polvo de hadas". En resumen: es una bebida perfectamente instagrameable.
En cuanto el sabor, esto es lo que nos ha parecido a la redacción de Hipertextual en México:
- Valeria: Creo que lo mejor es la crema batida. Extrañamente sabe a mango muy sintético mezclado con leche. El sabor no solo se te queda impregnado largo rato en la lengua, sino que también te deja un poco pegajosos los labios.
Yo soy muy de sabores exóticos, pero este me parece demasiado en todos los aspectos: el sabor dulce, los colores atómicos, el tamaño. Si a esto saben los unicornios, entonces estoy decepcionada. No lo volvería a pedir: hizo que me doliera el estómago. -
- Mónica: Antes de pedir el Frappuccino Unicorn, el chico del Starbucks me dijo que era una mezcla entre ácido y dulce, como los polvos de sabores que comes cuando eres pequeño. La verdad, no noté lo ácido por ningún sitio. Sabe a chicle de fresa y sí tienen un sabor Peta Zeta, pero sin ser picante. La nata me sobra, es como si te comieras un chicle y le pusieras nata montada encima.
El sabor es entre fresa, frutos rojos y hasta encuentro un toque de plátano (no son sabores frescos, me refiero al sabor artificial del plátano o de la fresa en las gominolas (en México, gomitas)). Lo único que me gusta es la consistencia, es como un batido, algo espeso pero sin ser exagerado.
Realmente parece un batido de fresa, pero con un sabor muy artificial. Si tuviera cinco años, creo que me encantaría esta bebida de unicornios, ahora no tanto. Después de dos sorbos me da la sensación de que me he tomado dos litros de frappuccino. Si me lo tomo entero acabaré colocada como Bart y Milhouse.
Preguntamos a algunos clientes y una barista de Starbucks su opinión sobre la bebida. Cabe destacar que durante el rato que observamos nadie con más de 35 años la pidió.
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Daniel, 20 años: Está simpática la idea porque la bebida cambia de color y de sabor. Es una buena experiencia, pero yo no me lo volvería a pedir. No es de mi agrado el sabor que cambia de tutti frutti y luego se hace ácido. Lo pedí por la experiencia, como es edición limitada, pero no lo volvería a pedir.
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Fernanda, 20 años: Al principio es dulce, pero conforme lo vas revolviendo se hace ácido. Lo pedí para ver qué tal sabe. Es buena la idea pero no lo volvería a pedir.
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Airam (barista): No es difícil de preparar. Yo creo que es una bebida principalmente para los niños. Hace rato vendí cinco de golpe. ¿Que si me gustó? Nosotros tenemos que degustar las bebidas y sí me gustó, pero no me tomaría uno completo. Es una bomba.