Una operación conjunta de la Guardia Civil y de la Policía Nacional ha detenido a 18 personas por falsificar presuntamente más de 50.000 recetas, con las que compraban benzodiacepinas. Estos medicamentos, entre los que se incluyen fármacos como el diazepam o el lexatin, se utilizan normalmente como tranquilizantes para el tratamiento de la ansiedad y el nerviosismo a dosis bajas, aunque a dosis más altas pueden actuar como sedantes y relajantes musculares.
La red desmantelada ahora por las fuerzas de seguridad elaboraba supuestamente recetas falsas y adquirían las pastillas a través de pasadores en farmacias de toda España. Los detenidos están investigados -imputados- por delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y falsedad documental. El principio activo de las benzodiacepinas, según el comunicado de la Guardia Civil, era utilizado presuntamente para elaborar una droga llamada karkubi, que es consumida por las clases más desfavorecidas de Marruecos.
La investigación de la Guardia Civil y de la Policía Nacional comenzó a raíz de una inspección en abril de 2015 en una farmacia de Cádiz. En ese momento, la administración detectó un incremento en la falsificación de recetas médicas privadas para obtener un medicamento con clonazepam, un fármaco del grupo de las benzodiacepinas. Meses después, un psiquiatra denunció que se estaban expidiendo recetas empleando su nombre y su número de colegiado para conseguir tranquilizantes.
A partir de ahí, la investigación se extendió desde Cádiz a otras provincias andaluzas, aunque los agentes detectaron recetas falsificadas en todo el territorio nacional. La Guardia Civil y la Policía Nacional han encontrado recetas falsas en las Comunidades Autónomas de Extremadura, la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid, Galicia, La Rioja, Cantabria, Castilla y León, Ceuta, Galicia y Murcia, aunque la mayoría de personas que adquirían las benzodiacepinas de este modo eran vecinos de Algeciras y Ceuta.
El principio activo de los tranquilizantes se emplea para desarrollar el karkubi, un psicotrópico que circula en los barrios más desfavorecidos de Marruecos. La droga también se vende con los apelativos de "Cartucho", "Recarga", "Ampolla roja" o "Guadalupe", según recogió un reportaje de la agencia EFE Salud. La droga se comercializa a precios que rondan los 2-7 euros, y sus efectos incluyen alucinaciones y conductas psicópaticas.