En la Ciudad de México, una de las metropolis más grandes del mundo, se generan cada día 12.893 toneladas de basura, equivalente a casi 1.5 kilógramos por habitante.
La basura representa un problema para la ciudad pues no solo causa congestiones en el sistema de drenaje, sino que también representa altos costos para el presupuesto en el traslado de los residuos a los rellenos sanitarios.
Por esta razón, el Gobierno de la Ciudad de México han anunciado la licitación de un plan para hacer energías limpias con la basura que generan los habitantes y la población flotante de la capital mexicana.
El plan incluye un planta de termovalorización que, de acuerdo con el Gobierno, "cambiará la forma de resolver la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU)" de la ciudad, pues se espera que el proyecto procese al día 4.500 toneladas de residuos y disminuya las emisiones de dióxido de carbono.
El objetivo de la planta de termovalorización es aprovechar el valor calórico de la basura para generar energía que alimente las doce líneas del Sistema de Transporte Colectivo Metro. El proyecto se ha asignado a la empresa Proactiva Medio Ambiente- Veolia, quienes tendrán la concesión durante 33 años.
De acuerdo con la información publicada por el Gobierno, este sistema de energía no representará un costo extra para la ciudad ya que se sustituirá por completo el pago que el Metro hace a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y los recursos que emplean para el traslado de residuos sólidos fuera de la capital.
Dicha planta será construida en el Bordo Poniente, el relleno sanitario más grande de América Latina, y se espera que para el 2019 se encuentre en funciones.