Hace unos pocos años, grabar cualquier tipo de video era demasiado costoso para el público general. Esto cambió con la revolución de las cámaras digitales, democratizando el poder de filmar material audiovisual de calidad, sin tener que gastar una fortuna en el proceso.
El crecimiento masivo del cine independiente fue el primer efecto de esta renovación tecnológica. Luego, el éxito de plataformas como YouTube consolidaría la evolución del medio. La televisión ha quedado relegada a un segundo plano. Los contenidos de la web y los servicios de "streaming" dominan el mercado.
Casey Neistat se ha mantenido a la cabeza de este fenómeno mundial. El estilo único de sus vlogs cambió para siempre la manera en que se estructuraban contenidos para YouTube. Sin tener que recurrir a métodos de mal gusto como el "clickbait" extremo o la sobredosis de temas sexuales que plaga cientos de canales.
Pasó casi dos años sacando vlogs diariamente. Así fue ganando suscriptores de forma rápida, hasta los seis millones y medio con los que cuenta hoy.
El día en que decidió dejar de publicar vlogs a diario fue un duro golpe para todos sus fanáticos. Mucho habían agregado el trabajo de Casey a su rutina diaria. Neistat ya había bromeado antes haciendo referencia a que iba a dejar de vlogear; por eso muchos estaban incrédulos ante su anuncio oficial, justo después de que vendiera su compañía "Beme" a CNN.
El dolor no duró mucho ya que Casey no ha dejado de sacar contenido excelente desde entonces. Comerciales creativos, opiniones, análisis, proyectos ingeniosos, etc. El video que les presentamos hoy constituye otra joya en la filmografía de Casey Neistat. En él, el estadounidense pinta el panorama actual de los contenidos online, exaltando las virtudes de esta nueva era.
