Aunque parecía que las tarjetas UFS sucederían a las tarjetas SD y serían las que las harían avanzar en rendimiento, las viejas Secure Digital, auténtico formato estándar en la industria, aún tienen mucho que decir. Recientemente se ha presentado la nueva especificación UHS-III, y según las cifras de rendimiento teórico máximo ofrecidas por la SD Association, las tarjetas y los lectores podrán ofrecer un rendimiento que, aunque no alcance a los SSD punteros, sí puedan situarse en la media.
La nueva especificación SD 6.0, de la que el bus UHS-III forma parte, promete una velocidad de transferencia máxima de 624 MB/s, una cifra que no sólo es impresionante, sino que supera a las velocidades que obtiene un SSD Samsung Evo 850 bajo la interfaz SATA III. Es, por tanto, un rendimiento con el que hace años sólo podían soñar los profesionales, y sólo lejos de las minúsculas tarjetas. Para alcanzar esas velocidades, a la línea tradicional de pines se ha añadido una segunda.
Las ventajas de la nueva especificación serán los sospechosos habituales: por una parte, eliminar la disonancia (o al menos reducirla) entre almacenamiento interno y externo de dispositivos donde se producía una merma de rendimiento al almacenar datos cruciales, como aplicaciones. Por otra parte, permitir velocidades adecuadas para el vídeo en 8K que viene, con tasas de bits que hasta ahora sólo pueden encontrarse en la gama más alta de cámaras.
El problema de las tarjetas UHS-III, como ocurre con todas las nuevas especificaciones, es que sus ventajas no serán aprovechables por los dispositivos que presenten lectores (serán compatibles con microSD) de las especificaciones anteriores, aunque sí serán compatibles con tasas de transferencia menores. La pena es que muchos chips de smartphones no son compatibles a día de hoy con UHS-II, por lo que se tardará en ver en el mercado una adopción masiva.
Es la propia SD Association la que de momento no se pronuncia sobre la fecha en que aparecerán las tarjetas y los lectores. Aun así, es de esperar que el soporte no tarde en llegar para cámaras de vídeo y de fotografía profesionales, pues prácticamente son las necesidades de ese sector las que se están cubriendo en primer lugar.