Voy caminando por un pasillo oscuro... así no era. Entro en la habitación del final y... he olvidado de lo que estaba hablando.

El momento en que tomé el primer cuaderno que encontré en mi casa —adornado con la realeza Disney y colores varoniles pasteles (rosado)— y me juré a mi mismo que empezaría un diario de sueños, tracé mi ruta al mundo del olvido y sueños tan extraños que temo por mi seguridad ciudadana si alguno de ellos ve la luz.

¿Manifestaciones del inconsciente quizás? Pero lastimosamente mi inconsciente apestaba.

Por más que trataba no podía conseguir que este hombre habitara en mis sueños.

Simplemente fue necesario un pequeño material de apoyo para encontrar las aventuras extraordinarias que habitaban en las películas de Nicolas Cage que veía antes de dormir, y el polvo de hada que debía encontrar en mis sueños —justo como la portada de mi diario enunciaba—.

Tenía que concentrarme en buscar referencias para más tarde —con usos exclusivamente oníricos para aclarar—, y encontrando las indicadas me fue tan simple como elegir entre medusas voladoras o ballenas arenosas.

Recorriendo las calles de Estambul en busca de inspiración, el fotógrafo turco Hüseyin Şahin tiene mucha más experiencia que yo en el mundo de la fantasia. Y representa el material perfecto para encontrar ese empuje tan necesario para los amateurs del mundo nocturno —claramente ya soy profesional—. A continuación algunas imágenes de referencia, te deseo dulces y extravagantes sueños:

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