coche autonomo lluvia

Drive.ai ya tiene cuatro unidades de pruebas para testear todos los avances que están consiguiendo en materia de aprendizaje profundo, una tecnología fundamental si queremos que los coches autónomos pueblen nuestras ciudades. Y una de las situaciones más complicadas es la lluvia, para lo cual se emplean todos los sensores de un coche autónomo, desde cámaras a radares LIDAR o a sensores convencionales.

Con el equipamiento que incluyen los coches autónomos de Drive.ai el sistema es capaz de crear un mapa en tiempo real con todo lo que sucede alrededor del coche gracias a la captura contínua de datos que alimentan a los algoritmos de aprendizaje profundo. En el vídeo liberado por Drive.ai se puede ver cómo el coche conduce solo bajo dos condiciones complejas: la lluvia y la noche.

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Los responsables actualmente trabajan bajo la premisa de que necesitarán dos sistemas de algoritmos, uno para la conducción bajo condiciones óptimas y otro bajo condiciones extremas como la lluvia. Al menos en la actualidad y hasta que consigan la suficiente potencia y almacenamiento para poder procesar en tiempo real toda la información y que los algoritmos decidan.

Dividiendo el trabajo se consigue, ahora mismo, tener una capa de información de alto nivel que permite descargar al segundo sistema del proceso a gran escala y centrarse cuando se necesita mejorar enormemente la precisión. Todavía falta mucho camino por recorrer, pero Drive.ai confía en el que aprendizaje profundo ayude a allanar el camino.