Es más que probable que hayas oído o leído sobre el término de marras a lo largo de este fin de semana. El pasado viernes, el diario El País dedicaba un artículo al fenómeno bautizado como nesting que, sintetizando, no es otra cosa que pasar el fin de semana en casa.

Conocido también, desde mucho antes, como cocooning, lo de preferir quedarse en casa a salir por ahí en tu tiempo libre es tan viejo como el mundo. Desde aquí, respeto y comprendo a todo aquel que espera a la tarde del viernes para salir de casa y no volver hasta el domingo pero, en mi caso, son varias las razones por las que llevo practicando esto del nesting muchos años.

Ahorrar

La principal crítica esgrimida contra el término y esta corriente es el de intentar enmascarar o disfrazar como algo cool el simple hecho de no salir por no poder permitírselo económicamente. Estando de acuerdo con ello y dejándolo a un lado, no hay que pasar por alto el gran ahorro que suele suponer decir que no a la típica noche de fiesta. Es muy sencillo que entre copas, entrada de discoteca y transporte puedas gastar alrededor de 30-40€ en una sola noche. Eso daría para suscribirnos un mes a Netflix, Spotify, Kindle Unlimited y PlayStation Plus/Xbox Live. ¿Sabéis la de videojuegos, música, película, series y libros que eso supone?

Hacer lo que te apetece

Hay planes de fin de semana para todos los gustos. Somos muchos los que preferimos entretenimientos más calmados como salir a cenar, reunirse para jugar a videojuegos o juegos de mesa, ir al cine o dar un paseo. Eso sin contar, claro, el quedarse en casa y disfrutar a base de peli o serie, manta y helado.

Al final, de eso es lo que se trata. Para muchos, salir a la calle cada fin de semana, darlo todo en la discoteca y nadar entre gin-tonics es la mejor forma de sacarle el máximo provecho a la vida mientras que otros aborrecemos o no disfrutamos en absoluto con ello. Si te encuentras con grupos de amigos que te hacen sentir mal por no quedar con ellos o por no aceptar los planes relacionados con fiestas nocturnas, deberían respetar tus gustos y preferencias. Uno de los pocos consejos que puedo dar es que empecéis cuanto antes a decir que no a todo aquel plan que no os apetezca y dejéis de quedar y salir por compromiso.

Descansar

El trabajo, tu familia y los problemas que todos afrontamos pueden hacer que la semana laboral termine agotándonos física y mentalmente. Y, por ello, es muy probable que seáis de esos que estáis pensando en el momento de volver a acostaros en la cama justo cuando os despertáis y empieza la jornada laboral o, en este caso, en pasar el fin de semana sin salir de casa, saltando de la cama al sofá, buscando el relax y el máximo descanso posible. Nunca viene mal recuperar esas horas de sueño que se nos pueden escapar a lo largo de la semana.

En el término medio está la virtud

Ni estar siempre encerrado en casa ni vivir en la calle, la mejor opción puede ser tener lo mejor de ambos mundos. En mi caso, acostumbro a salir por la noche y trasnochar durante ciertas festividades y días especiales como la noche de San Juan o Nochevieja pero, más allá, suelo optar por planes mucho más tranquilos que mezclen el ocio en la calle y en casa. ¿Salir a cenar, dar un paseo y terminar con una película en casa? ¿Dónde hay que firmar?

Tiempo en familia

Es posible que solo puedas ver a tu pareja el fin de semana o que te sea casi imposible sacar tiempo para tus hijos y familia en tu semana laboral con lo que invertir el fin de semana en planes domésticos o alejados de la vida nocturna puede ser la forma de estar con los tuyos y relajarte al mismo tiempo. En mi caso, ha habido épocas en las que solo podía pasar la noche del sábado con mi pareja con lo que no había plan fuera de casa que me pareciera más atractivo.

Al final somos todos muy diferentes y, por ende, hay mil y una formas de pasar el fin de semana. ¿Tú qué prefieres? Puedes participar y dejar tu opinión en el hilo de nuestra Comunidad Hipertextual.

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