Ya hemos hablado antes acerca de la seriedad absurda con la que algunas personas ven el arte. En vez de tomarla por lo que es, le agregan una serie de conceptos y valores ajenos a su naturaleza. Exigiendo una moraleja, una utilidad y un fin. Cosas que, la gran mayoría de las veces, el arte no tiene por qué ofrecer.
La pintura es una forma de arte que ha quedado relegada a un segundo plano en nuestra época moderna. Medios como la fotografía y el cine han tomado su lugar. Sin embargo, todavía quedan genios capaces de plasmar escenarios fascinantes en un lienzo.
Para realizar el proyecto que verán a continuación, el pintor Hank Schmidt y el fotógrafo Fabian Schubert se aliaron para exponernos el enfoque humorístico que tienen del arte.
La serie de imágenes se titula "Y en el verano yo pinto". Consiste de un pintor que visita los lugares más emblemáticos. Sitios que Vincent Van Gogh, Claude Monet, o Paul Cezanne frecuentaban para realizar sus trabajos más destacados. Sin embargo, lo que cambia es que el sujeto no se dedica a pintar lo que ve, sino que se limita a ilustrar con gran seriedad el patrón de la camisa que esté usando en cada locación distinta.
Es fascinante la combinación de artes que ofrece este trabajo. Las fotografías sarcásticas de Fabian se complementan a la perfección con las habilidades y el estilo de Hank. Así, las imágenes, además de ser impecables en su composición, su contenido también es bastante interesante.
Hank y Fabian se juntaron para ofrecer su perspectiva única en la manera en que aprecian el arte y conocen los orígenes de las pinturas más populares de su historia. Es sin duda unos de los proyectos artísticos modernos más interesantes e intencionalmente graciosos.