Rebellion Development siguen en su empeño por ofrecernos la experiencia definitiva dentro de su franquicia Sniper Elite, que nos lleva a la Segunda Guerra Mundial para ponerlos en la piel de Karl Fairburne, un experto y eficaz francotirador que lleva doce años y cuatro entregas viajando por el mundo. Casi tres años después de la tercera entrega, viajamos a Italia en su trabajo más redondo hasta la fecha, Sniper Elite 4. Más grande y mejor que nunca. En una industria polarizada, en la que nos encontramos humildes indies o producciones mastodónticas, sigue habiendo un pequeño reducto en el que podemos toparnos con producciones de media talla como los muchos RPG desarrollados por Spiders Software o, la saga que nos ocupa, el trabajo de Rebellion Developments con Sniper Elite.

Nacida en 2005, la premisa era interesante y no parecía difícil que encontrara un buen nicho de jugadores; ponernos en la piel de un solitario, silencioso y eficaz francotirador en plena Segunda Guerra Mundial era tan atractivo entonces como lo sigue siendo ahora y, poco a poco, el estudio encargado de proyectos como Rogue Warrior o Alien vs. Predator ha llegado a la cuarta entrega numerada de esta franquicia.

De la primera a la segunda transcurrieron unos poco corrientes, para los estándares de la industria, siete años. El cambio fue notable y ya en ese Sniper Elite V2 llegaba esa suerte de gimmick que se ha convertido en seña de identidad, la visión de rayos X cuando impactan nuestras balas. Con la fórmula encarrilada, Sniper Elite 3 llegaba solo dos años después y, de nuevo, apenas dos años y medio han servido para ver en las tiendas este Sniper Elite 4.

Y, la verdad, puede parecer que una premisa tan contenida como la de Sniper Elite (francotirador que debe pasar desapercibido en la Segunda Guerra Mundial, recordemos) podría ser difícil de estirar y mejorar durante más de una década pero, sin duda, Sniper Elite 4 justifica su título y lanzamiento siendo la entrega más completa y mejorada de la historia de la franquicia.

Todo en Sniper Elite 4 parece ir orientado a la mayor libertad jugable, ofreciendo muchas más alternativas que en entregas anteriores y poniendo a nuestra disposición los mapas más grandes, con mucha diferencia, vistos hasta ahora. El núcleo sigue siendo la experiencia made in Rebellion pero se siente la influencia de experiencias como el Hitman más reciente a la hora de convertir cada fase en un pequeño e independiente sandbox.

En esta ocasión dejamos atrás el conflicto bélico en África y Karl Fairburne viaja a la cuna del fascismo, la Italia gobernada con mano de hierro por Mussolini, con el objetivo de encontrar al ingeniero y científico nazi que está trabajando en la creación de misiles teledrigidos, un avance llamado a cambiar por completo el panorama bélico.

A nivel artístico se sale muy beneficiado con este cambio y nos encontraremos con algunas de las estampas más bellas y agradables de las vistas en estos doce años: desde la típica villa italiana hasta pequeños pueblecitos o, también, bases militares, búnkers o hasta un castillo. Si en la entrega anterior podíamos achacar lo clónico y poco variado de los parajes a recorrer, aquí ese aspecto se convierte en uno de los puntos más positivos de la entrega.

Pero más allá de cómo se ve, lo importante aquí es cuánto se ve: Sniper Elite 4 ha tomado, al fin, la decisión de darnos auténtica libertad de acción en casi todo momento. Con ese cooperativo a dos también en mente, los mapeados de esta entrega son realmente amplios y variados y será normal que cada misión nos lleve, como poco, alrededor de un par de horas para ser completada.

YouTube video

Esto es así porque, metiéndonos en harina y hablando de lo puramente jugable, aquí Rebellion vuelve a crecer y a mejorar notablemente lo que veníamos viendo en la franquicia. El sigilo, algo clave e inherente a una producción como esta, por fin es una opción satisfactoria durante la mayor parte del tiempo y, además, empapa los escenarios y nuestro equipamiento a nivel de diseño y opciones.

La posibilidad de utilizar rifles de francotirador silenciados, con una importante penalización de rango y daño, aporta una capa de estrategia más y, además, Karl cuenta ahora con más utensilios que nunca para afrontar las misiones. Evidentemente, el acabar con todos a larga distancia vuelve a ser la opción más recomendable y el juego se nota pensado para tal fin pero, ahora, otras alternativas siguen siendo viables.

Gracias a un interesante sistema de progresión, iremos desbloqueando multitud de equipamiento que nos permitirá afrontar los objetivos de la forma más frenética posible o, por qué no, centrándonos en trampas y señuelos. Asimismo, la posibilidad de escalar por según qué escenarios nos da una mayor movilidad y las opciones a la hora de afrontar los distintos objetivos siguen creciendo.

Es una pena, eso sí, que dichos objetivos giren casi siempre en torno a un par de ideas como recuperar documentos o acabar con un soldado o grupo de soldados específico. Además, las tareas secundarias tampoco son un dechado de originalidad y, en cuanto a coleccionables, la cosa no va más allá de unos bustos de águila esparcidos por el mapeado a los que hay que disparar.

Pero sin duda, y por desgracia, el principal punto negro de la franquicia sigue estando en una inteligencia artificial enemiga muy mejorable. Es cierto que un exceso de realismo en este aspecto podría llevar a la frustración o una dificultad desmedida pero, por el contrario, nos toparemos con enemigos que actuarán de forma extraña: desde soldados que corren sin cesar al descubrir un cadáver amigo u otros que ni siquiera se cubren al comprobar cómo su compañero de charla acaba de caer fulminado al suelo. La experiencia sigue siendo sumamente disfrutable pero, no cabe duda, sigue quedando trabajo en este aspecto.

Conclusión

Paso a paso y con buena letra, Rebellion Development lleva doce años trabajando en su franquicia Sniper Elite. Lo que comenzó con una premisa interesante que se veía ahogada por el desarrollo sumamente lineal de cada misión y la falta de variedad y opciones jugables, culmina en Sniper Elite 4 mejorando casi todo lo que se debía mejorar durante estos años. Empezando por ese viaje a Italia que nos regala escenarios mucho más bellos, variados y profundos y acabando por una mayor flexibilidad jugable.

Además, el cooperativo a dos jugadores funciona a la perfección y, siempre que predomine la coordinación, es una alternativa bien medida y diseñada. Es una pena que se sigan arrastrando defectos tan importantes como la mejorable inteligencia artificial enemiga o el no aprovechar el marco histórico a nivel de trama, personajes y objetivos. Con todo, Sniper Elite 4 es la mejor entrega de la franquicia, con mucha diferencia, y un título recomendable para todo interesado en las propuestas que nos llevan a la Segunda Guerra Mundial o nos ponen en la piel de soldados fríos y sigilosos.

Pros

  • Su premisa sigue siendo sumamente satisfactoria y divertida.
  • Los nuevos escenarios. Más amplios, bellos, variados e interesantes.
  • El mayor rango de opciones gracias a nuevas armas, equipo y movimientos.
  • Su cooperativo funciona muy bien.

Contras

  • La inteligencia artificial de los enemigos sigue siendo muy mejorable.
  • No se saca provecho de la historia o los distintos personajes.
  • Poca variedad en los objetivos principales y secundarios.