El lanzamiento de un smartphone es siempre un proceso largo y complicado del que el consumidor solamente percibe el paso final: la comercialización. La fase de pruebas y "maltrato" al terminal es una de las más desconocidas, más típica de pruebas de youtubers deseosos de atraer clicks mediante el morbo que de las empresas implicadas. Samsung ha publicado un vídeo en el que muestra distintas pruebas a las que somete a sus terminales, y resulta muy interesante ver los distintos pasos que se siguen.

En primer lugar vemos una prueba de caída en la que se comprueba la resistencia a estas de los distintos materiales, desde la parte frontal y trasera de un Samsung Galaxy S7 edge hasta el metal de los bordes. Para eso, se dejan caer dos terminales sobre un bloque con una altura homogénea.

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Más tarde se observan dos pruebas relacionadas con la resistencia al agua. Primero, cómo los terminales resisten salpicaduras extremas, similares a las que sufrirían con el desprendimiento del contenido de un cubo de agua. Para probar la resistencia IP68, otro paso que se ve es el cronometrado de 30 minutos bajo 1.5 metros de agua, de manera que puede asegurarse que se cumple la certificación.

Tras ello, llegan las pruebas de temperaturas extremas. Primero se observa a los terminales en una cámara a -20ºC para comprobar resistencia en frío, y luego a 60ºC para comprobar resistencia a altas temperaturas. Por último, los casos de hace unos años, se han tomado en serio las pruebas de doblado, para observar hasta qué punto un dispositivo es flexible al sufrir la acción de fuerzas en el cuerpo.

El conjunto de pruebas no muestra nada fuera de lo normal, pero sirve para ofrecer un contexto con el que se entiende que ningún detalle queda suelto ni sin comprobación en cada aspecto del terminal. Al fin y al cabo, no es común que un terminal se enfrente a más de 60º, y si lo hace, no tiene por qué resistir, pues no sería un uso adecuado.