Nokia ha presentado dos nuevos terminales de gama media con los que arrancar un trozo de esa tarta tan codiciada: el Nokia 5 y Nokia 3. Dos nuevos terminales con los que Nokia se reafirma en un segmento de mercado que, dada la caída de los precios en los terminales, cada día es más importante para los fabricantes, por la popularización de los números y por facilitar el acceso a terminales que hace poco más de un año eran gama media-alta.
La compañía sigue apostando por un mercado en el que la competencia en precio es la mayor baza, y configurando una gama de terminales, desde el Nokia 6, que cae desde la gama media hasta la baja con unos precios hasta ahora muy complicados de alcanzar por la competencia: Nokia 6 a 229€, Nokia 5 a 185€, Nokia 3 a 139€, al menos para el nivel de especificaciones que les acompañan.
El Nokia 3 parte de una pantalla de cinco pulgadas junto con 2 GB de RAM, 16 GB de almacenamiento, y un procesador de cuatro núcleos MTK 6737. Un terminal fabricado en policarbonato con marco de aluminio que recuerda a los primeros Lumia de colores estridentes.
Por su parte, el modelo superior, el Nokia 5, arranca con una pantalla de pantalla de 5.2 pulgadas 2 GB de RAM, 16 GB de almacenamiento, y un procesador Snapdragon de Qualcomm 430; todo en un diseño curvado trasero fabricado en aluminio que se adapta a la palma de la mano, un diseño muy sobrio, elegante comparado con su competencia, que recuerda a los buenos tiempos de la compañía en la que era un símbolo de elegancia y saber hacer.
Nokia vuelve de entre los muertos con dos terminales de gama media-baja con los que hacerse un hueco más grande en un mercado que, incluso en los peores momentos supieron controlar, y en el que desde luego a día de hoy, con estos precios y especificaciones, no tienen competencia (de momento).