Dai Lygad

Los autobuses de dos pisos en color rojo son tan representativos de la ciudad de Londres como el Big Ben, las cabinas telefónicas o el Palacio de Buckingham. Los buses llevan existiendo todo el siglo XX y parte del XXI y están enraizados con la historia de Londres. Pero, ¿por qué tienen ese color tan peculiar?

En el lenguaje de los diseñadores los buses son específicamente del Pantone 485 C, misma tonalidad del logotipo del subterráneo y la línea central de este. De hecho, es el color que identifica al transporte público en la ciudad.

La historia de este color rojo data de 1907 cuando las distintas rutas de transporte en Londres eran identificadas con un color distinto y cada una era operada por una compañía distinta.

La London General Omnibus Company (LGOC) tenía la flota más grande y al poco tiempo la pintó toda de color rojo para distinguirse de la competencia. En 1933 el sistema de transporte londinense se unificó y comenzó a ser operado por el Underground Group, quienes años antes habían comprado a la LGOC.

Underground Group comenzó a operar todas las rutas de autobuses y el subterráneo conservando el icónico rojo en ambos sistemas.

Además del símbolo en el que se han convertido, los autobuses son "héroes de guerra", pues durante la primera y segunda guerra mundial prestaron “sus servicios”, llevando hombres y municiones y regresando heridos.

También los chóferes de los autobuses formaron parte del ejército, así que la red de transporte incorporó a las mujeres al trabajo asalariado. La primera mujer conductora fue contratada en 1915 y para 1918 se estima que había 4.500 trabajando en el transporte.