En un mundo donde los niños aprenden a controlar pronto las tablets desde una corta edad, YouTube es sinónimo de entretenimiento sin fin. Para muchos niños y jóvenes es el equivalente a la televisión de sus padres, y pasan horas viendo, comentando y compartiendo vídeos. No es de extrañar pues, que muchos también se lancen a crear sus propios vídeos. Ser YouTuber está de moda, no es un secreto. Tiene un gran atractivo para muchos, que ven en la plataforma una forma de expresarse, contar su vida o mostrar al mundo sus habilidades, y los niños más pequeños no son una excepción.

A pesar de que Google requiera un mínimo de 13 años de edad en los términos de servicio para crearse una cuenta (14 en España), seguramente se cuenten por cientos de miles, o millones, los menores de esa edad con una cuenta activa. Fundado en 2005 y comprado por Google a finales de 2006, para muchos, YouTube ha existido durante toda su vida.

Hablamos por separado con José y Pablo, dos padres con hijos de nueve y ocho años respectivamente, que tienen un canal de YouTube.

Para ambos, la idea del canal vino de sus hijos. Pablo, que prefiere no desvelar el canal de YouTube de su hijo, resigna la voz: “Viven en YouTube, siempre hay alguna cosa que quieran ver aunque haya mil series nuevas en Movistar o en Netflix”. Aunque los dos aprueban y apoyan la iniciativa de sus vástagos, José es más entusiasta.

Mamá, quiero ser Youtuber

YouTube video

José y su hijo, Lucas, forman parte de una “familia YouTuber”. La madre de Lucas, Concha, fue la encargada de hace años, meter el gusanillo en la familia con Azúcar con Amor, el canal de YouTube de recetas de repostería. El canal de Lucas es muy variado en cuanto a contenido con vídeos de matemáticas, magia, cubos de Rubik, videojuegos como Pokémon Go y Clash Royale y mucho más. Con 9 años tiene ya casi 18.000 suscriptores y todo el apoyo de sus padres.

"¿Cómo me va a decir este tío con faltas de ortografía que vaya al cole a aprender?"

José edita los vídeos y ayuda a grabar a Lucas. La dosis de exposición de Lucas a las “locuras” de los comentarios de Internet la llevan bien. Pueden cerrar los comentarios, prohibir que determinados usuarios escriban o bloquear palabras malsonantes según quieran. A Lucas no le importan los ‘trolls’ cuando lee algún comentario fuera de lugar antes de bloquearlo: “¿Cómo me van a decir este tío con faltas de ortografía que vaya al cole a aprender?”. Su padre demuestra con ironía en Twitter cómo las notas de Lucas son de sobresaliente.

Pablo ha adoptado un método más restrictivo. “Quitamos los comentarios en la mayoría de los vídeos, dejamos que la imaginación del niño vuele de momento”, aunque matiza que su hijo quiere abrirlos para que su amigos puedan dejarle comentarios. “Quizá en el futuro”.

Si quitamos el fenómeno ‘hater’, YouTube es algo fantástico para comentar tus cosas, crear proyectos” añade el padre Lucas, “es una actividad muy visual, aprenden a diseñar vídeos con los padres”. Una experiencia que sin duda les vendrá bien a nivel escolar para hacer proyectos cuando sean algo más mayores, asegura.

El fenómeno hater al que se refiere es el constante flujo de comentarios absurdos, dañinos, burlescos o con ganas de molestar que llenan la plataforma de vídeo más popular del planeta. Una gran masa de atención como la que tiene YouTube atrae a lo mejor y lo peor de cada casa.

¿Pueden los menores tener canal de YouTube?

Los dos entrevistados recalcan algo que yo mismo como padre puedo verificar: “todos los compañeros de clase quieren ser youtuber”. Pero. ¿Pueden los niños menores de 14 años tener un canal propio de YouTube? Preguntamos a Google.

Si el niño es menor de 14 años, es el padre quien tiene que abrir la cuenta de Google para poder tener el canal”, nos responde un portavoz de la compañía citando la política oficial de la empresa, basada en la legislación actual. Pero cómo de fácil es evitar estas medidas para cualquier menor es conocido por todos, y una práctica común. Pero tener una cuenta es solo un paso, desde Google advierten que “es el padre el que firma el contrato con YouTube para subir vídeos al canal y el que debe respetar los términos y condiciones de la plataforma (es decir, debe supervisar en todo momento el contenido que el menor de 14 años está subiendo).”.

Google, a través de los representantes de YouTube se pone en contacto de forma continua con sus creadores con charlas online y llamadas de grupo para fomentar el buen uso de la plataforma. En ellas, se explican novedades, resuelven dudas y comentan buenas prácticas para ganar suscriptores y aumentar reproducciones. En caso de que el “protagonista” del canal sea un menor de 14, será su madre o padre quien asista a las mismas acompañando.