Samsung lleva dos generaciones de televisores empleando la tecnología de nanocristales o puntos cuánticos conocidos comercialmente como Quantum Dots, aunque sólo la emplea oficialmente desde el año pasado, en el que además mostró que era la línea maestra del futuro de su gama. Ahora, en el contexto del CES, Samsung ha presentado su nueva gama de televisores, que dejan el nombre "SUHD" y pasan a ser "QLED" o Quantum LED.
Las tres nuevas gamas presentadas, bajo el nombre de Q9, Q8 y Q7 suponen otro gran paso adelante dentro del LCD-LED convencional, con mejoras centradas en la profundidad de los negros, del color general y brillo máximo alcanzado, factor clave para seguir avanzando en la carrera por conseguir el HDR más deslumbrante. En este sentido, frente a los 1000 nits máximos teóricos de la generación anterior, aunque sobre la práctica alcanzaban los 1400 nits, ahora Samsung afirma conseguir valores entre 1500 y 2000 nits.
En cuanto a profundidad de color, los nuevos modelos pueden representar el 100% del nuevo espectro de color DCI-P3 que, si bien cada vez está más extendido en la industria, pocos dispositivos son capaces de mostrar con precisión por el momento, y menos a esos niveles de brillo máximo, en los que estos nuevos televisores QLED lo reproducen igual de bien, según la compañía surcoreana.
La clave de los nuevos puntos cuánticos está en la adopción de una nueva aleación de metal. Con este avance consiguen también el negro más profundo ofrecido sobre paneles con iluminación LED, sobre el que la compañía no ha ofrecido más detalles, pero que siguiendo la evolución del año anterior cabe pensar que también emplean "Edge LED", es decir, iluminación desde el lateral, que brinda una uniformidad más alta a lo largo de toda la superficie.
Otra ventaja de los nuevos QLED y su aleación de metal es que la luz puede ser emitida en múltiples direcciones gracias al control de los puntos cuánticos, la característica que brinda unos ángulos de visión que apenas varían incluso en grados muy pronunciados, algo en lo que los paneles LCD tradicionales siempre han errado más o menos. Gracias a tres nuevas capas de antireflejos, los nuevos paneles se verán mucho mejor en situaciones lumínicas diurnas complicadas.
Por lo demás, es reseñable que la serie más alta de la gama, Q9, vuelve a los paneles planos, mientras que la Q8 sigue apostando por la curva. Sin embargo, en diseño estos televisores incluyen características más novedosas que la forma, en la búsqueda de una mejor gestión de cables con lo que llaman "conexión invisible", que no es más que un periférico a través del que se conecta todo al televisor para aligerar la carga visual en el entorno del panel.
En cuanto a la colocación, Samsung ofrece, además de sus peanas comunes, una peana alargada que eleva el televisor de manera similar a las Serif, y otra con un aspecto más clásico. Como añadido, los televisores ofrecen ahora la posibilidad de acoplarse a la pared sin la necesidad de los incómodos soportes o brazos tradicionales.