El mayor rechazo internacional a Donald Trump se registra en España y México, según un sondeo realizado por la consultora Ipsos Mori. Solo el 16 y el 19% de los ciudadanos de estos países, respectivamente, creen que el nuevo presidente de Estados Unidos realizará una buena labor. Por el contrario, Rusia e India encabezan el ránking de regiones que mejor aceptan al político republicano con un 74% y un 65%.
El mundo está dividido ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Sin embargo, la valoración del presidente saliente, Barack Obama, es mucho más positiva en general. La encuesta de Ipsos Mori, realizada a más de 18.000 personas de 24 países diferentes entre diciembre de 2016 y enero de 2017, revela que la opinión general sobre el demócrata era positiva, con porcentajes de aceptación que superan incluso el 90% en el caso de Corea del Sur y el 80% en países como India, Bélgica, México, Perú, Australia, Brasil, Suecia, Francia, Sudáfrica, Reino Unido, Alemania, Canadá, Argentina, Hungría, España o Japón.
Donde la aceptación de Obama está más dividida es, precisamente, en Estados Unidos (56%), Turquía (54%) y Rusia (13%), el porcentaje más bajo obtenido en el sondeo. Según otra encuesta anterior realizada por CNN, el anterior presidente batió sus récords de aceptación con un 55%, alcanzando su máximo histórico en EEUU. El porcentaje no alcanzó la popularidad que tuvieron otros políticos históricos, como Bill Clinton o Ronald Reagan, que superaron el 60% cuando abandonaron el Despacho Oval.
La encuesta realizada por Ipsos Mori apunta que el 76% de los participantes valoraban a Barack Obama como un buen presidente, mientras que en el caso de Donald Trump este porcentaje no superaba el 33%. El rechazo internacional al político republicano es general; sin embargo, una mayoría de los encuestados no cree que el republicano sea destituido a corto plazo. Italia, Turquía, Canadá y China son los países que más apuestan por un cese de Donald Trump durante 2017, con porcentajes que superan el 40%. Por otro lado, el 37% de los españoles y el 29% de los mexicanos creen que el nuevo presidente continuará en el cargo.
La figura jurídica del impeachment, recogida en la Constitución de EEUU, puede impulsarse únicamente en casos de traición, sobornos, altos delitos o faltas. En la historia norteamericana se ha utilizado este recurso únicamente en dos ocasiones, contra Andrew Johnson en 1868 y contra Bill Clinton en 1998. Ninguna de ellas prosperó al contar con la aprobación de la Cámara de Representantes y el rechazo del Senado. Tras el escándalo del Watergate, destapado por dos reporteros del Washington Post, se preparó un impeachment contra Nixon que no fructificó ya que el presidente republicano dimitió antes.