año de la retina

Hace más de dos mil años, el griego Herófilo de Calcedonia fue el primer médico en describir las estructuras que formaban parte del ojo humano. Una de ellas era la retina, la capa más interna del globo ocular que juega un papel clave en la visión. Su principal función es transformar la luz que recibe en el impulso eléctrico que viaja hasta el cerebro a través del nervio óptico. Como otras partes del sistema nervioso, la retina presenta una limitada capacidad regenerativa, por lo que cualquier problema que afecte a esta estructura puede conducir a la ceguera.

La enorme importancia de esta membrana, que fue descrita en detalle por el Nobel Santiago Ramón y Cajal, ha llevado a la declaración de 2017 como Año de la Retina en España. La conmemoración ha sido reconocida por el Gobierno como acontecimiento de excepcional interés público. “Los objetivos son concienciar a la población sobre las enfermedades que afectan a la retina y reducir la prevalencia de ceguera evitable en nuestro país”, explica a Hipertextual la Dra. Marta S. Figueroa, presidenta de la Fundación Retina +. La entidad privada surgió a partir de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV) y es la encargada de impulsar este acontecimiento nacional.

Las enfermedades de la retina, un problema creciente

El Año de la Retina comenzó oficialmente con la celebración de un concierto inaugural de la soprano Ainhoa Arteta, con el apoyo del Alto Comisionado de la Marca España. “Solo sabiendo de lo que estamos hablando, la gente tendrá interés en conocer qué es la retina y las patologías que le afectan”, comenta Figueroa, que también es jefa del Departamento de Retina del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. La especialista advierte de que cada vez son más numerosos los problemas de retina causados por quemaduras de láseres utilizados por niños y por pelotazos jugando al pádel. “Los más pequeños no deberían utilizar láseres, son lesivos”, afirma.

Donde no existe riesgo, a pesar de la publicidad de productos como los filtros Reticare, es en el uso de dispositivos móviles. “Están tan bien diseñados que no hay ningún problema. No hay evidencia de que sean un riesgo para nuestros ojos”, explica la Dra. Marta S. Figueroa. En su opinión, el único inconveniente de la utilización de tablets o teléfonos es que se miran demasiado cerca, lo que provoca que “la población cada vez sea más miope”. La alta miopía es, precisamente, una de las enfermedades que pueden provocar daños en la retina, provocando adelgazamientos y roturas que pueden terminar en un desprendimiento. “Si una persona ve como moscas o fogonazos de luz, debe acudir a revisión rápidamente”, señala. El Dr. Rubén Pascual, oftalmólogo y autor del blog Ocularis, coincide en la importancia de las complicaciones de la alta miopía, que pueden prevenirse con revisiones del fondo de ojo y tratarse con láser para evitar los temidos desprendimientos de retina.

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Danny Hope (Wikimedia)

La alta miopía no es la única causa de los desprendimientos de retina, que también pueden estar provocados por traumatismos directos en el ojo. “Los resultados de las operaciones no siempre son buenos, así que hay que incidir en la prevención”, sostiene Pascual. Otra de las enfermedades que afecta a esta estructura clave del sentido de la vista es la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). “Es la causa más frecuente de ceguera evitable”, afirma Figueroa, quien añade que es un problema que afecta en España a más de 700.000 personas, un 1,5% de la población total. A juicio de Pascual, “todavía no hay opciones reales para prevenirla”, por lo que, al igual que ocurre en las personas miopes, es fundamental acudir al especialista en caso de percibir una mancha fija o ver torcido.

La cuarta causa de ceguera evitable es la retinopatía diabética, un problema creciente que preocupa mucho a los expertos. “Las complicaciones visuales son las que más deterioran la calidad de vida de los diabéticos”, señala Pascual en declaraciones a Hipertextual. La prevalencia en aumento de la diabetes y, especialmente un mal control de la enfermedad, pueden conducir a la ceguera con el paso de los años. Por eso es especialmente importante que los pacientes no solo se sometan a revisiones periódicas del fondo de ojo, sino que monitoricen bien sus niveles de azúcar. La celebración del Año de la Retina en España también será aprovechada para concienciar acerca de esta patología asociada a un trastorno cada vez más preocupante. “Debemos cambiar nuestros hábitos de vida, olvidarnos del sedentarismo y optar por una alimentación sana y la realización de ejercicio físico”, comenta la presidenta de la Fundación Retina +.

Más investigación, mayor concienciación

“El problema de las lesiones de la retina es que la mayor parte son asintomáticas”, señala Figueroa. De ahí la importancia de divulgar y concienciar a la población sobre esta estructura clave para nuestros ojos y sobre las patologías que pueden dañarla. La celebración del Año de la Retina en España incluirá la organización de múltiples congresos y eventos de carácter científico o reuniones con asociaciones de pacientes, como las que agrupan a los afectados por la diabetes, la alta miopía o las distrofias de retina. “Contamos también con la colaboración de personalidades como el periodista Matías Prats o el deportista Emilio Butragueño”, destaca. La especialista del Hospital Ramón y Cajal de Madrid resalta también que en España, como sucede en toda la oftalmología, “hay un nivel increíblemente bueno, comparable a países occidentales punteros como Alemania, Reino Unido o Estados Unidos”.

“Debemos reivindicar también la investigación”, dice el Dr. Enrique J. de la Rosa, co-responsable del Laboratorio 3D de Desarrollo, Diferenciación y Degeneración del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB-CSIC), junto a la Dra. Flora de Pablo. El científico destaca que “hay un montón de enfermedades de la retina para las cuales aún no existe tratamiento ni forma de prevenirlas, como sucede con la retinosis pigmentaria, que presenta un origen genético. “Nos queda todo por saber sobre la retina, ya que desconocemos las bases moleculares y celulares de las patologías”, sostiene. A pesar de estar fuera del cerebro, esta parte del ojo forma parte del sistema nervioso central, por lo que su capacidad regenerativa se limita a la actividad de las células madre neurales. “Malamente podemos combatir algo que conocemos poco”, lamenta de la Rosa.

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U.S. Navy (Wikimedia)

El investigador explica a Hipertextual que la comunidad científica especializada, muy numerosa en España por la tradicional colaboración entre genetistas, oftalmólogos y neurocientíficos, tratará de participar en la celebración del Año de la Retina. “Es muy importante curar lo que ya podemos tratar, pero no debemos olvidarnos de las enfermedades que aún no cuentan con una terapia”, señala Enrique J. de la Rosa. Desde hace décadas, los estudios en retina son relativamente sencillos de llevar a cabo ya que esta parte del ojo es “fácilmente accesible”. Además de las investigaciones básicas, es clave apostar por proyectos de carácter aplicado que puedan permitir el desarrollo de nuevos tratamientos. En ese sentido, cada vez tiene más importancia la herramienta CRISPR-Cas9, que mostró resultados positivos para frenar la retinosis pigmentaria en modelos animales. Por otro lado, según Figueroa, nuestro país está involucrado en un gran número de ensayos que tratan de evaluar la seguridad y eficacia de fármacos para las enfermedades relacionadas con esta parte del globo ocular.

“Yo creo que la sociedad sí sabe qué es la retina, la parte que ‘realmente ve’ de nuestros ojos, pero quizás no esté suficientemente concienciada sobre los problemas que puede haber”, opina Pascual, que no ha estado involucrado en la organización del Año de la Retina en España. A su juicio, la celebración de este evento a nivel nacional será positiva si ayuda a que los grupos de riesgo, como los miopes y los diabéticos, acudan a revisiones oftalmológicas. Sin embargo, el experto rechaza que conmemoraciones de este tipo sirvan para que grupos de presión se aprovechen y publiciten productos como los complementos vitamínicos para la retina, cuya eficacia no está demostrada. Pascual aboga porque en 2017 se impulse una labor de concienciación sobre esta parte fundamental para la visión. Un objetivo por el también apuesta Figueroa, quien destaca la necesidad de involucrar a la comunidad médica y científica, la administración y la sociedad para promover la importancia del diagnóstico precoz y el tratamiento de las enfermedades que afecten a la retina.