Estamos a pocos días de las adoradas fiestas que consisten básicamente en viajar al otro lado del país para visitar a esos familiares que pretendes recordar año tras año o si eres suficientemente afortunado y eres esos familiares, simplemente soportar la visita por unos cuantos días. Los temas de conversación nunca son tu fuerte, y qué mejor oportunidad para usar la vieja excusa de siempre y proponer que la familia vea la clásica película de navidad.
Pero tranquilos, no estamos hablando del clásico en blanco y negro que pone a llorar a tu papá en cada ocasión. Hoy se trata de otro tipo de clásico, que involucra mucha más violencia y problemas de gente millonaria para no tener que preocuparse por nada en las celebraciones.

Aunque, a quién vamos a engañar, nos encanta. Los golpes exagerados y personajes caricaturizados eran perfectos, hacían que miles de niños desearan que dos ladrones trataran de robar sus casas para torturarlos o mejor dicho, darles su merecido para salvar la Navidad. Y nadie puede evitar recordar a esa señora vagabunda que nos enseñó lecciones de vida para ser recompensada con dos tórtolas para decorar su inexistente árbol de Navidad.

Muchas cosas han cambiado con los años y ahora suelo estar aterrado si escucho en las noticias que algunos ladrones andan sueltos, pero mientras que el tiempo me ha hecho más precavido, esos actores con los que me reunía en Navidad parecen haber sentido este cambio de una forma diferente. A continuación prepárate a ver una nueva versión de Solo en casa 2, con un Macuaulay Culkin mucho más aterrador que los ladrones y unos bandidos que en vez de tratar de matarte es mucho más probable que se sienten a contarte unas cuantas historias sobre los 90s.