Cada vez que se habla de realidad virtual es pertinente decir que se encuentra en sus primeros días. Aunque resulte pesado de escuchar, es así. Sólo hay que ver cómo han avanzado los kits de Oculus en un par de años para darse cuenta de ello. Las Gear VR de Samsung han sido un elemento clave en la popularización, pero su etapa no acaba aquí. De hecho, tal y como muestra una patente de Samsung, el próximo modelo podría seguir no solo democratizando la realidad virtual, sino también integrando sus avances más punteros.
En cada comparación que se hace del Gear VR frente a los kits que se enlazan con ordenador suele hablarse de las carencias y distancia a la que se encuentra de las (muy caras) alternativas. Lo primero en la lista de lo que falta suele ser el seguimiento de la posición, fundamental para sentir una integración real en muchos escenarios de juegos. La buena noticia, no queda ahí: mediante la instalación de varios sensores en la parte frontal de la cabeza es posible sacar mucha más información y hacer, además, una experiencia de inmersión mucho más realista.
Con cámaras externas, tal y como recoge la patente, se mejoraría la calidad del posicionamiento. Lo mejor es que además de la zona tapada por el casco se podría hacer seguimiento de partes externas como la boca, para su inclusión en videojuegos y otros métodos de interacción social.
El seguimiento de ojos promete ser el pilar de la realidad del futuro con mucho. De hecho, empresas como Fove han optado porsoluciones dedicadas cuya existencia se fundamento en el seguimiento ocular. Gracias a una luz LED que se coloca, es posible analizar bien los gestos faciales, y no solo de los ojos.
Las Gear VR que aparecen en la patente se muestran mucho más como modelo final que como camino hacia algo que quizás aparezca en el mercado o no, pero que parece más alejado de la pronta comercialización. Los sensores encargados de seguir a la vista y a las expresiones faciales van integrados en el propio headset que se ve en las imágenes.
