El GPS se ha convertido en uno de los indispensables para el geoposicionamiento de miles de dispositivos, móviles y no móviles, por todo el globo. A día de hoy, muchas de las aplicaciones y dispositivos que consideramos básicos para el día a día, serían impensables sin las aplicaciones civiles del GPS, ideado originalmente para servir de ayuda al posicionamiento de la Armada de los Estados Unidos y convertido en una de las herramientas militares más importantes de la historia reciente.

Pero no está solo GLONASS, el homólogo ruso del GPS ya lleva un tiempo entre nosotros, aunque sus aplicaciones civiles son menos numerosas que las de la versión americana, y ahora, se suma a la contienda Galileo, el servicio de geoposicionamiento europeo de la ESA que llega para dar un plus de posicionamiento respecto del resto de alternativas.

Galileo, compuesto, de momento por 18 satélites, ha sido lanzado al espacio en varias tandas para formar una constelación de satélites cuyo número se espera que alcance los 40 para el 2030, y cubrir así cada rincón de la tierra. La última parte del equipamiento, despegó de la tierra hace unas pocas semanas a través de cohetes Ariane 5 y hoy entra en funcionamiento, aunque el número de dispositivos compatibles con este sistema de posicionamiento es, de momento, muy reducido, todas sus aplicaciones son civiles.

Aunque es un proyecto europeo, Galileo permitirá su uso a usuarios de todo el mundo para conocer su posición exacta en el tiempo y en el espacio con gran precisión y fiabilidad. El sistema, una vez totalmente completado , constará de 24 satélites operacionales y la necesaria infraestructura de tierra para la prestación de servicios de posicionamiento, navegación y temporización, aunque el número de satélites irá creciendo en la próxima década.

pesar de que gran parte del proyecto de Galileo ha sido llevado a cabo por la ESA, será la Agencia Europea de Satélites de Navegación Global System (GSA) la encargada de asegurar la captación y la seguridad de Galileo, su explotación y la prestación de servicios serán confiadas a partir de 2017, año tras el que se espera que empiecen a llegar los primeros dispositivos de consumo compatibles con Galileo (y con el resto de alternativas de posicionamiento).

Galileo, en combinación con el GPS, GLONASS y las alternativas asiáticas, permitirá un posicionamiento sin precedentes y una cobertura total y global de personas y dispositivos que hasta ahora, y por las limitaciones artificiales del GPS, solo estaban disponibles para el personal militar.