Los gobernantes que rigen Corea del Norte han pretendido ocultar la realidad de su país con un muro de propaganda que solía ser inexpugnable. Los visitantes extranjeros son vigilados a todas horas. Solo se les permite visitar lugares designados y es muy difícil conseguir permiso para entrar al país.
En la época actual es complicado mantener secretos de tan gran escala, es casi como tratar de tapar el Sol con la mano, no podrás prolongar el engaño para siempre. En este caso, parecer la nación perfecta: educación de calidad para todos, cero por ciento de pobreza, felicidad absoluta en general, etc.
Cuando James Franco descubre que su amigo Kim Jong-un es un mentiroso que ha ocultado la verdadera realidad de su país para su beneficio en The Interview, suspende por completo su antigua amistad. Un efecto similar es el que debe causar este artículo, aunque la verdad se hacía obvia desde hace tiempo.
El fotógrafo Eric Lafforgue se aventuró a viajar a Corea del Norte y las fotografías que obtuvo son increíbles. Campesinos trabajando arduamente, niños pobres cargando cubetas de agua, militares en situaciones poco halagadoras (en Corea del Norte es ilegal sacarle fotos a militares), personas desnutridas, tenebrosos complejos residenciales, etc. En resumen, fue capaz de capturar todo lo que los mandatarios norcoreanos quería mantener en secreto. Por esto, tiene la entrada prohibida al país para siempre.
Lafforgue sacó estas imágenes de Corea del Norte en secreto, sin que fueran aprobadas por sus guías. Le ordenaron que las destruyera, pero Eric quería mostrar la realidad de la nación asiática y las compartió por Internet para que cualquiera pudiera verlas. Sus capturas retratan escenarios muy distintos a los que estamos acostumbrados de parte de este país.
Las fotografías de Eric fueron consideradas ofensivas por los norcoreanos porque retrataban un estilo de vida muy distinto al que aparece en las constantes propagandas. Muchos ciudadanos siguen las lecciones del adoctrinamiento político como una religión, por lo que dicho fotógrafo fue expulsado apenas se supo que estaba compartiendo las fotografías por Internet. Todas las fotos que verán a continuación pertenecen a Eric Lafforgue.
