Amazon lleva un tiempo planteando diferentes soluciones para que en lo que en telecomunicaciones se conoce como last mile (la parte final de las redes de telecomunicaciones de servicios a los usuarios finales minoristas) pero aplicando al retail de productos físicos dentro de su canal de venta electrónica. Los drones han sido la última prueba que la compañía ha realizado para poner en marcha sistemas de entrega de paquetería de forma más eficiente, pero no ha sido el único.
El reparto, vía Prime, de 2 horas dentro de las capitales a través de mensajeros en bicicleta, o las recién presentada tienda en la que no hay caja ni personal, son otras de las propuestas de la compañía para simplificar la venta y entrega de producto fusionando el machine learning, la inteligencia artificial y el big data de las compras de sus usuarios.
Ahora, y a colación a la entrega de productos vía drones (una idea en una fase muy temprana de desarrollo), Amazon ha dado un vuelta a este sistema planeando (y patentando) la entrega con drones desde almacenes aéreos dentro de dirigibles que se situarán cerca de las grandes ciudades. Sí, es una idea tan descabellada como innovadora, pero supone una forma de simplificar la última milla que, además, permite a la compañía ser más polivalente respecto a los almacenes físicos, que están atados a un espacio determinado y a un ámbito de actuación limitado al sistema de entrega tradicional.
Además, la compañía ha tenido una idea para amortizar la inversión en estos dirigibles: utilizarlos como vallas publicitarias para promocionar contenido en eventos especiales que reúnen a cientos de personas, como los clásicos dirigibles que se utilizan en algunas competiciones en Estados Unidos y llevan cámaras y publicidad para el evento.
Como vemos, la idea es todavía tan temprana como imposible si atendemos a la regulación actual del espacio aéreo sobre grandes ciudades, pero sin duda es una apuesta de futuro para simplificar la última milla dentro de las operaciones de Amazon, planteando un futuro en el que nuestros paquetes viven en el aire hasta que llegan a la puerta de nuestra casa.