Nadie imaginaba una victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses. Menos aún que ganara estados clave como Florida o Pennsylvania, este último dado por sentado como victoria segura para los demócratas. Está claro que Trump sabía algo que los demás no.
A pesar de ser multimillonario, su camino a la presidencia no fue nada fácil. Desde los años setenta, Donald se interesó bastante en la política, apoyando por sobretodo al presidente republicano Ronald Reagan. En mil novecientos noventa y nueve fue candidato a la presidencia por el Reform Party, su campaña fracasó por obvias razones. En el dos mil once Trump salió del partido republicano, para volver cinco meses después.
Sus afiliaciones políticas han mutado varias veces. Cuando se le preguntó en el dos mil quince qué presidente reciente le parecía el mejor, Donald afirmó que este era el famoso demócrata Bill Clinton. Más tarde lo atacaría al verse enfrentado con su esposa en campaña presidencial. Muchos políticos suelen cambiar de ideales como cambian de ropa, pero a Trump le damos un pase por no ser un político per se.
El ascenso de Trump fue vertiginoso. Pasó de ser un mero chiste a convertirse en el nominado del partido republicano, venciendo a gobernadores, senadores y congresistas. Las primarias fueron un paseo corto para Donald, se convirtió en el favorito de la noche a la mañana. A diferencia de Hillary, que tuvo que sudar cada voto y hacer uso de sus influencias en el partido para desestabilizar la campaña de Bernie Sanders, su rival principal.
Con una campaña plagada de escándalos, el partido demócrata no estaba preparado para enfrentar a un fenómeno popular como Trump.
Ahora, según un nuevo video de parte del equipo del _The Late Show with Stephen Colbert_, el origen de las aspiraciones políticas serias de Donald Trump tuvieron un punto de partida curioso.
Algunos de ustedes seguro recuerdan cuando Obama se burló de Trump en plena cena de corresponsales de la casa blanca. Los chistes de Barack siempre han sido divertidos y esa noche no fue la excepción. Donald se contuvo mientras el presidente que le desagradaba tanto lo criticaba frente al mundo entero.
En esos tiempos, Donald Trump era un magnate excéntrico más, conocido por ser la estrella de un reality show. Hoy es el presidente de los Estados Unidos. ¿Cómo pasó esto? Si ver House of Cards nos ha enseñado algo es que el camino a la presidencia de ese país es sumamente arduo, pero Trump parece haber sido catapultado al éxito. Bueno, el video que verán a continuación trata de llenar los huecos en nuestro razonamiento con algo de refrescante humor, bastante necesario en estos momentos.