elecciones

La Moncloa - Gobierno de España (Flickr)

Después de unas complicadas elecciones y un proceso de formación de Gobierno no menos complejo que ha durado casi un año, Rajoy acaba de anunciar la nueva estructura de su Ejecutivo. Desafortunadamente no ha habido suerte para la ciencia: la ausencia de un Ministro de Ciencia, a semejanza de países que destacan en investigación como es el Reino Unido, demuestra que este tema no figura entre las prioridades del país. Ahora que finalmente los españoles sabemos que tendremos un gobierno popular durante la próxima legislatura, y la composicion del mismo, queremos tomar la mano que nos tendió el PP en su primer programa electoral, en el que denominó la sección de I+D “Una mano tendida al acuerdo”.

Dentro de las propuestas del PP cabe destacar dos de mayor relevancia. Por un lado propusieron impulsar un Acuerdo Sobre la Ciencia en España que incorporara a todos los actores políticos, así como a las Comunidades Autónomas y a los principales agentes del Sistema, y que permitiera garantizar la estabilidad presupuestaria de la I+D+i, así como dotarla de procedimientos y mecanismos de acción ágiles, flexibles y adaptados a un contexto cambiante. Por otro lado, los populares plantearon impulsar la consolidación de la Agencia Estatal de Investigación, que fue creada en la anterior legislatura, para garantizar la planificación plurianual de los recursos financieros disponibles y el uso eficiente de los mismos gracias a una mayor flexibilidad en su uso y la mejora sustantiva de los procedimientos de evaluación y control.

Desde la publicación de ese primer programa electoral hasta ahora han sucedido una serie de avances como el pacto para formar gobierno con Ciudadanos el pasado agosto. En este pacto se acordaron 150 medidas, algunas de las cuales están relacionadas con la ciencia y el sistema de gestión de la investigación. De esta manera, la medida número 23 hace referencia a la creación de la Red Cervera de Transferencia Tecnológica. De acuerdo al texto, los institutos tecnológicos que formen parte de esta red recibirán financiación mixta pública y privada. Si bien la descripción exacta de los objetivos de estos institutos queda un poco en el aire, es satisfactorio observar que esta medida iría acompañada de una inversión de 2.050 millones de euros en los próximos cuatro años (100 + 650 + 650 + 650).

Lamentablemente, la dotación presupuestaria dedicada a la ciencia parece que termina aquí. El resto de los 29.000 millones en gastos que prevé esta serie de medidas no recoge ni un céntimo para implementar propuestas tan básicas como hacer que la inversión pública estatal en ciencia alcance la media europea de un 2% del PIB en 2020 (propuesta 22) o el aumento de becas de educación universitaria (propuesta 88).

Muchas buenas intenciones, pocas propuestas concretas

Algunas de las propuestas destilan buenas intenciones y apuntan al buen camino, como por ejemplo, las modificaciones propuestas para reformar el estatuto de la Agencia Estatal de Investigación de manera que ésta se asemeje más al modelo del European Research Council, el aumento de deducciones fiscales con el fin de estimular la inversión privada, el cambio en las leyes de patentes o la lucha contra la discriminación por razón de sexo, orientación sexual o de identidad de género. Sin embargo, en algunos casos se echan en falta propuestas concretas como las realizadas desde CERU de crear galardones o certificados institucionales para centros que velen por la igualdad (siguiendo el modelo Athena SWAN del Reino Unido).

Por el camino quedan sin mencionar en las 150 medidas muchos problemas acuciantes del Sistema Nacional de I+D, también mencionados en el informe de recomendaciones de la CERU, como la lucha contra la precariedad laboral, los esfuerzos para retener el talento nacional y atraer el extranjero, un mayor apoyo a ámbitos tan importantes como la divulgación cientīfica y la diplomacia científica, y un reconocimiento firme de la necesidad de implementar una política basada en la evidencia científica mediante la inclusión de asesores científicos de importancia internacional en la Presidencia del Gobierno, Ministerios y otras instituciones.

"Impulsar" vs "potenciar"

A la hora de evaluar la "Carta a los Reyes Magos" que supone un programa electoral o un pacto de Gobierno entre partidos, el sentido crítico ha de imperar. El documento con las 150 propuestas usa la palabra "impulsar" 48 veces, "promover" 42 veces, "desarrollar" 34 veces y "potenciar" 10 veces. Sin embargo, sin una dotación económica adecuada y un correcto asesoramiento de las necesidades científicas del país va a ser difícil llevar a cabo esos impulsos, promociones, desarrollos y potencias.

Confiamos en que las propuestas en materia de ciencia reflejadas tanto en el programa electoral del PP o el posterior acuerdo PP-Ciudadanos lleguen a buen puerto. Pero no menos importante será que, en una legislatura que esté previsiblemente marcada por la necesidad de alcanzar pactos parlamentarios, el diálogo y la adopción de aquellas propuestas sugeridas por otros grupos sirvan para crear un marco estable y mejorado en el ámbito de la I+D+i.