No cabe duda de que Netflix sabe lo que hace, sus producciones originales y el encargo de nuevas temporadas a series de gran calidad como Black Mirror y Gilmore Girls ha sido un acierto en todo sentido. En esta misma lista se encuentra Lovesick, comedia británica proyectada en Channel 4 en 2014 y que para 2015 Netflix encargó una temporada con 8 episodios. Lovesick se ha estrenado hace poco bajo el preciado sello de "Original de Netflix", el resultado es una maravillosa temporada fresca, divertida; así como una serie imperdible.
Lovesick ha sido una grata sorpresa. Si antes viste la primera temporada no es necesaria esta recomendación, pues los seis episodios de la temporada 1 son suficientes para ir a la segunda entrega con muchas ganas de más de ese humor fresco y divertidas situaciones. Lo que es seguro es que el mayor "pero" de Lovesick es que dure tan poco, como buena miniserie británica dura mucho menos de lo que merece y queremos.
Un dato curioso es que la serie se llamó originalmente "Scrotal Recall", lo cual tiene bastante sentido, sin embargo, parece que Netflix apostó por un nombre que no chirríe tanto, por decirlo de alguna manera. Lejos de este pormenor sobre el nombre, lo que no cambió es su narración con brincos en el tiempo y una historia de amor y amistad que nos flechará de inmediato.
Lovesick va de un chico llamado Dylan (Johnny Flynn) que es diagnosticado con clamidia, por tanto se ve obligado a avisar a sus compañeras sexuales de esto para tomar las precauciones pertinentes. Dylan se lo toma muy en serio y decide hablar de frente con las chicas y no enviar las impersonales tarjetas que el laboratorio le obsequió para ese propósito.
Con esta premisa, en cada episodio conocemos la relación de Dylan con esas chicas y cómo terminó cada una de ellas. Los saltos en el tiempo son muy divertidos y en ellos siempre están otros dos personajes principales de la serie: Evie (Antonia Thomas) y Luke (Daniel Ings), ambos amigos y roomies de Dylan. Los tres forman un grupo de amigos que, a lo largo de la serie, se volverán entrañables; reirás y llorarás con ellos. A estos se suma otro personaje llamado Angus (Joshua McGuire), un chico dominado por su novia pero que tendrá mucho que enseñar a todos, mucho más de lo que aparenta a primera vista.
La química de los personajes es fenomenal y muy divertida, así como la personalidad de cada uno de ellos. Dylan es un romántico que ve la oportunidad de formar una relación con cada chica que conoce; Evie por su parte es más compleja y tiene momentos distintos en este sentido y Luke va por todas las chicas posibles, aunque esto no es más que una máscara.
Algo muy interesante en Lovesick es que es una serie muy profunda aunque está llena de humor. "Sin querer" te propone las situaciones más complicadas de las relaciones amorosas y de la amistad. Los capítulos se van como agua porque son súper divertidos, ligeros y llenos de sentimentalismo (en el buen sentido).
Entre Dylan y Evie existe un amor que a ambos les causa confusión y que, durante los años, no han podido encontrar el mejor camino para él. Aunque parece sencillo pues son grandes amigos, el recorrido por su amistad que disfrutamos en estas dos temporadas nos recordará que precisamente esas grandes amistades a veces son la razón y el freno para que trascienda a otra clase de relación.
Para los fans de How I Meet Your Mother, Lovesick no dejará de tener ciertas similitudes. No quiero decir que se trata de una copia, ni mucho menos, pero sí nos resonarán varias situaciones de los chicos de Lovesick y algunos hilos de la personalidad de cada personaje con los de HIMYM. Esto no es más que una nota sobre la serie de Netflix, acaso un detalle que nos puede motivar a ver sus divertidas dos temporadas, pues Lovesick tiene su propio sello y su propio encanto.
Como es muy reciente el estreno de su segunda temporada no sabemos nada de una tercera, pero esperamos con ansias noticias sobre esto, en verdad merecen (y merecemos) otra temporada(s). Queremos más series bonitas y fantásticas como esta; llenas de humor, amor, amistad, sin tantos aspavientos, sin presupuestos inmensos, pero con mucho corazón y profundidad, ah, y no menos importante: un precioso soundtrack.
Lovesick es ideal para un buen fin de semana de maratón al lado de nuestros amigos, pareja (o amigos que no logran ser nuestra pareja) o también solos, así podremos reír y llorar con ganas y sin testigos.
Aquí tienes el tráiler para que le entres al Lovesick: