En abril de 2015 la Unión Europea acusó a Google de abuso de posición dominante en las búsquedas y por, presuntamente, dar una ventaja injusta a su servicio de compra de productos (Google Shopping) en comparación con la competencia. La Comisión Europea daba una buena lista de razones por las que la compañía del buscador podría estar incumpliendo la regulación antimonopolio de la Unión en referencia a la forma que tiene para facilitar las búsquedas de productos a través del buscador.

La cuestión más importante que estaba investigando la Comisión partía de si mediante la celebración de acuerdos contrarios a las normas de competencia y, abusando de una posible posición dominante, Google habría obstaculizado el desarrollo y acceso al mercado de operativos rivales en comunicaciones móviles y servicios dentro del Espacio Económico Europeo (EEE) referidos a compras y búsquedas de productos relacionadas.

Y es que según exponía la Comisión en abril, el propio artículo 102 del Tratado de la UE exponía cómo algunas de las prácticas de Google en referencia a Shopping podrían entrar en conflicto con el precepto, sobre todo en términos de aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones equivalentes, que ocasionen a estos una desventaja competitiva o un posible abuso de posición dominante.

Sobre ello, Google se pronunciaba de cara la opinión pública alegando que "los usuarios podían encontrar y acceder a información de muchas maneras diferentes y que estas alegaciones de daño, para los consumidores y competidores, demostraban estar lejos de la realidad".

Ahora la compañía ha vuelto a contestar de forma oficial a la Comisión Europea en un documento de más de 100 páginas en el que la compañía de buscador expone las razones por las que no se ha producido tal abuso de posición dominante relacionada con las búsqueda y los sistemas de comparación de productos y, por tanto, rechaza los cargos de la Comisión para una de las cuestiones relacionada con competencia que más está durando entre la UE y la empresa americana.

La compañía deja claro que la ficha de resultados de búsqueda a la que se refiere la Comisión, y que aparece en los resultados de búsqueda y dentro de anuncios en la parte superior de la página, son una forma de presentar a los usuarios información útil sobre productos y otras búsquedas, sin que beneficie a uno u otro sitio web de Internet que tiene disponible en ese producto, y sin que Google sea el único proveedor para llevar a los usuarios a esos productos:

Los consumidores Llegan a los sitios web de comerciantes de muchas maneras diferentes: a través de los motores de búsqueda en general, de los servicios de búsqueda especializados, de las plataformas comerciales, de los sitios de medios sociales, y de los anuncios en línea servidos por varias compañías.

Sea como sea, la cartera que dirige de Margrethe Vestager, estableció que Google Shopping había "favorecido indebidamente a su propio servicio de comparación de precios en sus páginas de resultados de búsqueda", a lo que Google ahora dice que seguirá confiando en que estas afirmaciones carecen de pruebas y se equivocan en los hechos, a la espera de la decisión de la Comisión, que se espera que sea una de las que ocupan la lista de históricas que han enfrentado a la UE y a compañías extranjeras.

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