Pronosticar el tiempo no es sencillo. Nada sencillo. Aunque a día de hoy todo el mundo tiene acceso a si mañana lloverá o no en su zona, a golpe e teléfono móvil, muchas veces los datos se equivocan. Los profesionales de la tele encargados de recitar las previsiones también pueden fallar. O acertar. ¿Quién sabe? Como decíamos, no es una cuestión fácil. Para poder tener esa visión de futuro, tenemos flotas enteras de satélites que analizan en tiempo real los datos. Datos con los que cumplir modelos y prever qué ocurrirá. Hace muy poco, la agencia de meteorología estadounidense, junto a la NASA, lanzaban el satélite más avanzado en esta materia que hemos visto jamás. ¿Eso quiere decir que podremos acertar más y mejor con los pronósticos meteorológicos? El GOES-R promete eso y mucho más.

¿En qué consiste el GOES-R?

GOES, acrónimo de Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental, en inglés, es como se conoce a una de las misiones principales del NOAA (la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU), parte de su programa de Servicio Nacional de Meteorología. Básicamente, dicha misión consiste en lanzar y trabajar con diversos satélites especializados en detectar y analizar numerosos patrones meteorológicos (como es de esperar). El último de dichos satélites es el GOES-R, una auténtica revolución dentro de todos los satélites de este tipo y, sin lugar a dudas, el mejor equipado hasta la fecha. Los GOES se sitúan en órbita geoestacionaria, como indica su nombre, y en puntos fijos. Esto quiere decir que se mantienen volando sobre puntos concretos de nuestro pequeño planeta, encarando siempre las mismas zonas y girando a la vez que la Tierra. Esto se hace así porque su función no es dar pasadas analizando el planeta, sino analizar cada variación meteorológica para poder predecir los cambios.

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Además, los GOES sirven de enlaces de comunicación entre estaciones, bases terrestres y misiones espaciales. En concreto, GOES-R marca un avance tecnológico bastante impresionante. Comparado a sus antecesores, GOES-R actualiza los instrumentos y la capacidad de procesamiento de datos proporcionando tres veces más información espectral, una resolución espacial cuatro veces más grande, cobertura cinco veces más rápida, "mapeo" en tiempo real de actividad de relámpagos, un aumento de pronósticos de tormentas y mejora en los tiempos de aviso de tornado, una mejora de seguimiento de huracanes y previsiones de intensidad, el control mejorado de flujo de rayos x procedentes del Sol, la detección mejorada de fulguraciones solares y eyecciones de masa coronal, y la mejora de pronósticos de tormenta geomagnética. Entre otras cosas.

Mejores pronósticos, menos fallos ante emergencias

Al conocer GOES-R, la primera pregunta que surge, por supuesto, es si este satélite ayudará a mejorar los pronósticos. Es decir, si fallarán menos que los anteriores. La respuesta es sí. Para que lo entendamos: todos los pronósticos meteorológicos los obtenemos basados en modelos. Los modelos son "simulaciones", algoritmos y fórmulas obtenidas tras décadas de observación que tratan de imitar un fenómeno. Para que los modelos funcionen correctamente, cuantos más datos incluyan, mejor. Y cuanto más precisos sean esos datos, menos erróneos podrán ser. Por eso, GOES-R es un satélite sin igual. Con su instrumental capaz de ver en tiempo real, de manera continua y sin fallos, la superficie terrestre en 16 bandas espectrales, incluyendo dos canales visibles, cuatro canales infrarrojo cercano y diez canales infrarrojos, su capacidad es única hasta la fecha.

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Su Mapeador Geoestacionario de Relámpagos (GLM) tomará información continuada sobre los elementos característicos de tormentas severas. Este instrumental es esencial para detectar el peligro de tornado, mejorando el sistema de alerta. Con la combinación de estos dos instrumentos no solo tenemos datos suficientes para pronosticar el tiempo con mucha mayor fiabilidad. Además, podemos prevenir situaciones de emergencia, tormentas tropicales y otras. En el pasado, otros GOES han sido esenciales para poder poner medios de prevención ante situaciones climáticas extremas. Con el GOES-R esto será aún más eficiente, permitiendo salvar vidas y protegernos mejor.

También mirando hacia el espacio

Pero el instrumental de GOES-R no solo mira hacia la Tierra. Como decíamos, una de las principales misiones de este satélite se encuentra en su capacidad de enlazar comunicaciones. Y también de analizar patrones espaciales como el viento solar. O radiaciones que podrían dañar a nuestros astronautas. En concreto, GOES-R contiene una Suite de Entorno Espacial In-Situ (SEISS) que consta de una gran variedad de sensores. Los datos recogidos por el SEISS se utilizarán para evaluar riesgos de radiación a astronautas y satélites. Además de valorar riesgos, esta información puede advertir de acontecimientos potencialmente peligrosos, ayudando a mitigar los posibles daños en telecomunicaciones. El Magnetómetro (MAG) del GOES-R medirá el campo magnético y la dinámica de partículas cargadas en la región exterior de la magnetósfera. Esas partículas pueden ser peligrosas a aeronaves y a vuelos espaciales.

Además, el GOES-R porta también un telescopio que observa el Sol en el rango ultravioleta para observar y caracterizar regiones complejas del Sol, fulguraciones solares y erupciones. Por último, el GOES-R porta también Sensores de Irradiación de Rayos X (EXIS), que detectan rayos x y un rango espectral en la gama de 5 a 127 nm. En dicho rango se cuentan radiaciones que pueden interrumpir la comunicación y degradar la exactitud en la navegación, afectando a satélites, astronautas, pasajeros en avión y al rendimiento de redes eléctricas. En definitiva, como vemos, la instrumentación del GOES-R es completísima, mirando hacia dentro y hacia fuera. La capacidad de obtener información por parte de este satélite es exquisita, lo que nos permitirá "ver el futuro", al menos en cuanto a meteorología se refiere, como nunca.