Cuando la ciencia y el arte se juntan, lo que surge siempre es impresionante. La fotografía, el cine, la música, etc. La tecnología permite que estas puedan evolucionar de manera vertiginosa, proporcionando herramientas útiles.
El caso de la arquitectura es especial. A diferencia de otros artes, está inherentemente ligada con los avances tecnológicos, su evolución está regida por ellos. Por esta razón surgen teorías descabelladas acerca de cómo los extraterrestres debieron enseñarnos a construir de alguna manera, dado que algunos no se explican la edificación de estructuras con niveles altísimos de complejidad, por sociedades que no contaban con utensilios avanzados. Sin embargo, esto es subestimar el ilimitado ingenio humano.
La arquitectura moderna es todo otro mundo. Como dijo algún sabio: "Se pueden medir las prioridades de una sociedad por sus edificaciones más altas. En la época medieval eran las iglesias, ahora son los rascacielos, pertenecientes a las empresas más grandes". Ahora contamos con la totalidad de instrumentos necesarios y recursos económicos para edificar maravillas con más facilidad que nuestros ancestros.
Esta es la razón por la que el concurso de fotografía Arcaid Images’s annual Architectural Photography Awards es tan excelente. Las fotografías arquitectónicas candidatas son capaces de sorprender a cualquiera.
Los fotógrafos no solo retratan la belleza de las edificaciones, sino que también se dedican a capturar cómo otros seres humanos interactúan con ellas. Los arquitectos son artistas bastante admirables y es interesante ver como el público vive, literalmente, dentro de sus obras.